Tras meses de incertidumbre, las mascarillas en espacios exteriores tienen los días contados en España. Finalmente a partir de este sábado 26 de junio la mascarilla dejará de ser obligatoria en espacios al aire libre.
La eliminación de esta medida ha sido posible, según el propio presidente del Gobierno, gracias al éxito en la campaña de vacunación. Sin embargo, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha pedido a la población no relajarse: "Es verdad que estamos en el camino, pero también es verdad que tenemos que estar vigilantes con el virus".
Además, desde Sanidad han recordado que, aunque la mascarilla deje de ser obligatoria en espacios al aire libre, "la mascarilla la tenemos que llevar con nosotros, aunque no siempre la llevemos puesta".
Tras esta medida surge ahora otra característica importante que debemos tener en cuenta: cuando no esté puesta la mascarilla, debe estar bien guardada para evitar la contaminación.
A la hora de conservarlas para un segundo uso, las mascarillas deben guardarse en una bolsa transpirable o un sobre de papel, pero nunca en el bolso o bolsillo, ya que son un vector de contaminación.
Así lo recomiendan la Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR), que ya publicaron el pasado año una infografía y un vídeo animado con los principales consejos para hacer un buen uso de las mascarillas.
Al quitarla, si no se ha cumplido este tiempo, es importante no guardarla en el bolso o en un bolsillo porque la mascarilla es un vehículo de transmisión, de contaminación.
Por eso, recomiendan llevarla en una bolsa transpirable, como un sobre de papel, sabiendo que la parte limpia es la interna, la que llevamos pegada a la cara, y la parte sucia es la parte externa, que no debemos tocar.
Desde Sanidad también compartieron el pasado febrero un vídeo en sus redes sociales donde explicaban cómo manipular de manera correcta la mascarilla. Tras su uso, recomiendan guardarla en un sobre o en una bolsa de papel o tela limpios. Lo ideal es que esté en un recipiente ventilado y evitar que esté en contacto con cualquier superficie.
Así, debemos evitar las recurrentes formas de guardarnos la mascarilla como puede ser dejarla colgada en el codo, en la muñeca o en el cuello, ya que pueden contaminar la mascarilla.
Es tan importante guardar la mascarilla en el lugar adecuado mientras no se esté usando que cómo la guardamos. Si lo hacemos mal, puede llegar a contaminarse y no servirá de nada haberla guardado en el lugar adecuado.
Por ello, es importante guardar la mascarilla siempre en la misma posición. Marcar el recipiente te puede ayudar para evitar que la zona limpia se contamine. También puede guardarse doblándose hacia dentro, haciendo que la zona limpia se junte, para evitar el contacto con el exterior y dejando la zona sucia por fuera.
La mascarilla deje de ser obligatoria en exteriores con una serie de condicionantes: