El discurso con el que Clara Campoamor convenció a unas Cortes de hombres para aprobar el voto femenino
El sufragio femenino fue aprobado el 1 de octubre de 1931 por 161 votos a favor frente a 121 en contra
Fue introducido en el artículo 36 de la Constitución Republicana
El debate en las Cortes estuvo protagonizado por Campoamor y Victoria Kent
El 1 de octubre de 1931, hace 90 años, Clara Campoamor alzó su voz en las Cortes de la Segunda República, repletas de hombres, para defender que las mujeres tenían derecho al voto. Su discurso fue determinante para que España diese un paso definitivo hacia la igualdad. El resultado de la votación fue de 161 votos a favor frente a 121 en contra. Su propio partido, el Radical, no la apoyó y votó "no". Campoamor, -abogada, escritora y diputada por Madrid-, reivindicó con vehemencia la necesidad de que la República contase con las mujeres.
Su intervención fue histórica, al igual que su enfrentamiento dialéctico con la diputada Victoria Kent, también feminista y sufragista, pero que defendió que en aquel momento las mujeres no estaban preparadas para acudir a las urnas por la influencia que todavía ejercían sobre ellas la Iglesia, sus maridos y sus padres. Junto a Margarita Nelken eran las tres únicas mujeres que se sentaban en los escaños en un mundo de hombres.
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Las razones de Clara Campoamor
En el 90 aniversario de ese debate, las palabras de Campoamor han sido recordadas en el Congreso de los Diputados por políticos, juristas, feministas y expertos en su figura. La diputada formaba parte de la comisión que redactó la Constitución de la Segunda República. Campoamor tomó la palabra para que el texto recogiese el sufragio femenino. Éstas son algunas frases textuales que convencieron a 161 parlamentarios.
- "¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den señales de vida por la República se les concederá como premio el derecho a votar? (...) ¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad? Y ¿por qué no los hombres?".
- "¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder".
- "Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros".
- "La disminución del analfabetismo es más rápida en las mujeres que en los hombres y que de continuar ese proceso de disminución en los dos sexos, no sólo llegarán a alcanzar las mujeres el grado de cultura elemental de los hombres, sino que lo sobrepasarán".
- "No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar; que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven".
El enfrentamiento dialéctico con Victoria Kent
Frente a Campoamor se situó otra mujer del Partido Republicano Radical Socialista, Victoria Kent. Ella también era sufragista, pero creía que no era el momento porque que los valores de la República no estaban asentados y el voto de las mujeres podía estar condicionado por la Iglesia católica. Eso, según Kent, provocaría que la República caminase hacia posiciones más conservadoras y la ponía en peligro. Éstos fueron algunos de sus argumentos:
- "Si las mujeres españolas fueran todas obreras, si las mujeres españolas hubiesen atravesado ya un periodo universitario y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino. Pero en estas horas yo me levanto justamente para decir lo contrario".
- "Creo que el voto femenino debe aplazarse, lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal".
- "Lo pido porque no es que con ello merme lo más mínimo la capacidad de la mujer. No, señores diputados, no es cuestión de capacidad, es cuestión de oportunidad para la República".
Constitución de la República. Artículo 36. "Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales"
El sufragio femenino se introdujo en la Constitución de la República aprobada el 9 de diciembre de 1931 por 368 votos a favor y ninguno en contra. Artículo 36. "Los ciudadanos de uno o de otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes".
Las mujeres españolas pudieron votar por primera vez en las elecciones del 19 de noviembre de 1933. Curiosamente ni Clara Campoamor, ni Victoria Kent consiguieron escaño.