Muchas familias se preguntan si es conveniente que los mayores salgan de la residencia y pasen las vacaciones de Navidad en casa. Los profesionales están divididos. La OMS nos ha dado algunas pautas: evitar las grandes reuniones familiares en las fiestas navideñas y los comercios "abarrotados". Algunos aseguran, que tomando las medidas adecuadas, el beneficio es grandísimo. Otros creen que con esta situación excepcional no debemos arriesgarnos. Además quien salga deberá después guardar un periodo de aislamiento. En lo que sí coinciden todos es en que el contacto con la familia es vital. Gente como José Luis da ejemplo. "Mejor esperar un mes a que llegue esta vacuna tan ansiada", comenta a Informativos Telecinco. Su madre se quedará en la residencia estas fiestas. Eso sí, no estará sola, para eso tendrá las nuevas tecnologías como muestra en su móvil, con la imagen de su madre. Los expertos saben que estar en contacto curan.
En el País Vasco, las recomendaciones recogidas en el protocolo se han elaborado teniendo en cuenta que las residencias de personas mayores exigen, por un lado, unas condiciones elevadas de seguridad, y por otro, unas condiciones en las que se garantice la dignidad, el cuidado físico y emocional de las personas residentes. Un mínimo rayo de sol y un poco de aire son vida, señalan los expertos que señalan que llevan demasiados meses sin disfrutar de estos pequeños placeres. Pero en residencias de Mondragón, Tolosa o Zarauz el vallado de parques o zonas de acera junto a las residencias se han convertido en un verdadero regalo. Ellos pasean seguros, manteniendo distancias, mascarillas e higiene. Y sus familiares también pueden verlos disfrutando juntos de forma mucho más relajada. Además el programa de zonas seguras tiene otros beneficios. Estos paseos, con matices, suponen una vuelta a la normalidad. Es una de las iniciativas.
La Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha reconocido que tanto el Departamento de Salud como el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y las tres Diputaciones, que han participado en la elaboración de este documento, coinciden en que la salud es la prioridad, “pero no se puede entender sin el respeto a la dignidad de las personas en todas sus etapas vitales”.
La Comunidad de Madrid o Andalucía han primado el no dejar a los ancianos aislados durante las fiestas y, por tanto, permitirán a los residentes abandonar sus geriátricos. Sin embargo, comunidades como el Principado de Asturias prefieren descartar las salidas de los ancianos de los centros. La Junta de Andalucía mantiene vigente la instrucción que permite a familiares sacar a usuarios de residencias de mayores para llevárselos a sus domicilios siempre y cuando éstos cuenten con una PCR negativa y sus parientes firmen una declaración responsable.
Por todo ello, se permiten tanto las visitas como las salidas al exterior, siempre y cuando el acompañamiento se produzca por parte de las personas más estrechamente allegadas a la persona residente. En cualquier caso, serán las Diputaciones forales las instituciones competentes en establecer el calendario y regulación, tratando de priorizar que tanto las visitas como las salidas se lleven a cabo en espacios abiertos y se respeten cuidadosamente las medidas de higiene. El documento recoge, asimismo, recomendaciones para visitas en caso de situaciones excepcionales, como los cuidados al final de la vida.
Más ideas. El presidente de la Comisión Médica de Establecimientos de Hospitales parisinos, Rémi Salomon, ha realizado en un plató de televisión una propuesta llamativa para que las familias puedan reunirse en Navidad de forma segura, sin riesgo de contagio por el coronavirus. Tal y como ha indicado al medio France Info, se podrá cenar con nuestros mayores, aunque solamente si lo hacemos de un modo un tanto curioso: "Podemos ver a los abuelos en Navidad, pero no comer con ellos. Cortamos el tronco de Navidad por la mitad. Ellos en la cocina y nosotros comemos en el comedor", ha explica Salomon.
Según defiende este experto francés, a las personas mayores de la familia se les podrá visitar, aunque, para hacerlo bien, "habrá que llevar mascarilla, guardar distancia de seguridad y tomar todas las precauciones posibles". Recibió una oleada de críticas y rectificó. "Tenemos que llevar la mascarilla si vamos a ver a los abuelos. Necesitamos llevabas la mascarilla en el interior de la casa y sólo nos la podemos quitar cuando comemos. Y cuando hayamos terminado la última cucharada, nos volveremos a poner la mascarilla. Por descontado, no nos separaremos, en la cena de Navidad estaremos juntos, lo que dije fue estúpido". El dilema sigue encima de la mesa.