Si atendemos a las estadísticas, Antonio Tejón, considerado por la Policía Nacional durante años como uno de los reyes del tráfico de drogas en el Estrecho, al frente, junto a su hermano, del clan de Los Castaña, es posiblemente el capo con más suerte del mundo. En solo año y medio, a su mujer le tocó nueve veces la lotería y en solo mes y medio, durante las Navidades de 2014, se embolsó casi 300.000 euros en premios con dos décimos del sorteo de Navidad y otros cuatro de la ONCE. Una anomalía estadística que los agentes de la Policía Nacional consideran un indicio claro de un presunto delito de blanqueo de capitales.
De forma tradicional, los sorteos de la Lotería Nacional y otros juegos de azar son un instrumento recurrente para el lavado de capitales. El sistema es sencillo: el poseedor del dinero negro compra el billete premiado por encima de su valor al propietario real, y luego lo cobra en su propia cuenta corriente consiguiendo así dinero de curso legal. ¿El coste de la operación? La diferencia entre el dinero negro pagado por el décimo y el cobrado después de Loterías del Estado. Algo poco relevante si eres un capo que mete en cada viaje hasta tres toneladas de hachís en España y manejas grandes cantidades de efectivo.
Por eso, a los agentes del GRECO de la Policía Nacional les llamaron la atención desde el primer momento dos de los ingresos comunicados en las cuentas de la mujer del presunto narco. Dos ingresos de 100.500 euros cada uno enviados el 8 de enero de 2015 por parte de Loterías. Según las pesquisas policiales, el dinero procedía de dos segundos premios del sorteo de Navidad. Dos boletos del 92.845 que fueron comprados en una administración de lotería ubicada en el intercambiador de autobuses de Avenida de América, en Madrid. El premio bruto de cada billete era de 125.000 euros, con un retención de 24.500.
En este caso, lo primero que levantó las sospechas fue que la mujer de Antonio Tejón había esperado medio mes para cobrar un décimo premiado, cuando era tan sencillo como acercarse a una sucursal bancaria y depositarlo allí a buen recaudo. Desde entonces, los investigadores trabajan con la tesis de que ese tiempo se invirtió presuntamente para buscar al propietario auténtico del décimo y comprárselo con dinero negro.
No fue el único ingreso. El 31 de diciembre la misma mujer cobró otros 98.000 euros por cuatro ingresos de la ONCE. Cuatro transferencias de 25.000 euros cada una por cuatro boletos premiados del sorteo celebrado el día 5 de ese mismo mes. “Z.L. en diciembre de 2014 habría ganado dos premios distintos, en de la Lotería Nacional (premio de Navidad) y el de la ONCE, siendo agraciada con un total de 299.000 euros”, reflejan los informes de Hacienda sobre sus cuentas bancarias.
De hecho, la mujer del presunto narco había cobrado ya otros tres premios anteriores de la ONCE un año antes, el 26 de julio de 2013. En total, 420.000 euros en premios de azar solo en año y medio. En sus declaraciones, la investigada explicó que tenía un familiar que trabajaba en la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) y desde entonces, los agentes sospechan que era él la persona que daba información a Los Castaña sobre la posible venta de décimos premiados. De hecho, la suegra de Antonio Tejón también tuvo la aparente suerte de ganar otros dos premios de la ONCE poco después. Otros 57.000 euros que fueron a parar a sus cuentas. Poco después, el dinero se destinó a la compra de una parcela sin edificar comprada por 95.000. Ahora, tal y como refleja la imagen que acompaña este reportaje, la finca tiene una vivienda unifamiliar construida, una gran piscina e incluso un campo de fútbol de césped artificial.
Según los especialistas, el proceso de blanqueo de capitales gracias a los premios de lotería tiene otro ingrediente importante que también se daría en este caso. Para que te toque mucho la lotería, para justificar que cobras importantes premios de una forma regular, tienes que gastar mucho en juegos de azar. Eso maquilla un poco la anomalía estadística y además, genera pequeños premios legales. En el caso de la familia Tejón, los agentes encontraron varios décimos sin premiar en su vivienda. Pero en otro de los registros, encontraron 26 décimos de lotería de Navidad. Como el lanzamiento de la operación fue en noviembre, los décimos quedaron custodiados en el juzgado y con los números referenciados. Por lo que consta en el sumario, esta vez ninguno de ellos resultó agraciado.