Los seis candidatos de los partidos con representación en la Asamblea de Madrid han llegado a las instalaciones en Ciudad de la Imagen para protagonizar el único debate de la campaña a las autonómicas del próximo 4 de mayo que contará con la presencia de los primeros espadas de PP, PSOE, Ciudadanos, Más Madrid, Podemos y Vox.
Por orden de sorteo, los cabeza de lista de las seis formaciones han ido llegando a las instalaciones a partir de las 20,00 horas, todos ellos ataviados con la correspondiente mascarilla, y lo han hecho con toques de innovación, principalmente el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal.
Así, el candidato 'naranja', declarado 'roquero' y aficionado a las motos, ha llegado a bordo de una Harley Davidson hasta el mismo puesto de seguridad de la cadena autonómica, donde la que ha dejado aparcada poco después de las 20,15 horas.
Ataviado con una 'chupa' motera y pantalones vaqueros y con una mascarilla de color naranja, Bal ha cambiado su vestuario 'motero' en el arranque del debate, al que ha asistido con traje y camisa azul y sin corbata.
La llegada de Bal ha sido jaleada por simpatizantes de la formación, a bordo de un autobús descapotable de Ciudadanos y agitando banderas en la parte superior del mismo. En un coche particular han acudido posteriormente su jefe de campaña, César Zafra, y la asesora Alejandra Martínez.
Por su parte, el candidato de Podemos, Pablo Iglesias, ha vuelto a recurrir al taxi para acudir al debate, en un guiño al sector que ya utilizó para trasladarse a los debates con motivo de las elecciones generales.
Así, el líder nacional de Unidas Podemos ha llegado sobre las 21,00 horas a bordo de un taxi conducido por Cecilio González, al que incorporó a su lista como muestra de apoyo al sector que ha caracterizado al partido morado en su defensa cerrada frente a empresas como Cabify y Uber.
Acompañado de Isa Serra y el responsable de Discurso de Podemos, Manuel Levín, el líder de Podemos ha acudido ataviado con vaqueros, camisa blanca y americana azul y con su característico moño en el pelo.
El primero en llegar ha sido el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, que ha recorrido a pie los últimos metros del Paseo del Príncipe que conduce a la sede de Telemadrid. Ataviado con traje y corbata granate, ha acudido acompañado por la responsable de campaña, Mónica Carazo, y de Manuel Delgado.
Las tres mujeres que concurren a estas elecciones en las que se elegirá a los 136 diputados de la Asamblea de Madrid para los próximos dos años han llegado a pie a las instalaciones de Telemadrid, con la llamativa coincidencia de Isabel Díaz Ayuso (PP) y Mónica García (Más Madrid) a la hora de optar por el rojo o rojo anaranjado y blanco de la bandera de la Comunidad de Madrid como vestuario en el debate.
Así, la presidenta regional, que ha llegado sobre las 20,30 horas, ha acudido en coche a los estudios pero ha recorrido los últimos metros hasta las instalaciones de la cadena pública madrileña a pie, momento que ha aprovechado para hablar con varios simpatizantes que le han interpelado durante su camino.
La presidenta regional, con actitud relajada y sonriente, ha acudido acompañada de dos asesores, entre ellos el jefe de campaña Alfonso Serrano, y se ha parado en la entrada de la cadena pública madrileña para atender a la prensa.
Por su parte, la candidata de Vox, Rocío Monasterio, se ha hecho esperar y ha llegado sobre las 20,50 horas, con unos minutos de retraso sobre el horario previsto.
Monasterio, que ha optado por combinar el morado y el blanco y el pelo recogido en su habitual coleta, ha acudido acompañada de su jefe de campaña, Segio Ribas, y la jefa de prensa.
Finalmente, la candidata de Más Madrid a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Mónica García, ha acudido a pie sobre las 20,55 horas casi solapándose con la candidata de Vox.
Acompañada por su jefe de campaña, Pablo Perpinyà, la candidata de Más Madrid, que compagina la política con su trabajo como anestesista, ha acudido al debate con traje de chaqueta de color rojo anaranjado y camisa blanca.
Los seis candidatos han permanecido con la mascarilla puesta hasta el arranque del debate, situados en atriles separados con dos metros de distancia.