La cuenca del Guadalquivir agoniza. El agua almacenada no llega ni a la mitad de la media de los últimos diez años y se declara oficialmente la situación de sequía. La poca agua del embalse de La Breña ha dejado al descubierto el antiguo club náutico. Se puede cruzar a pie porque el pantano esta al 14 % de su capacidad. El de Iznájar también roza mínimos históricos y el pantano de Aracena donde el agua almacenada no llega al 30 %.
Para garantizar el consumo de los cuatro millones de personas que se abastecen de la cuenca del Guadalquivir se restringe el riego pero ya hay dos localidades donde cortan el suministro por la noche. Es el primer otoño con escasez de agua en Pedrera y Aguadulce. La falta de lluvias también ha secado el acuífero del que beben.
Ante esta situación, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) va a declarar este martes el estado de sequía "en gran parte de la cuenca", incluyendo entre otros el sistema de regulación general, que supone el 70% de los embalses. Esta decisión se adopta en base a los datos que manejan, ya que se han enlazado dos meses con varios sistemas en nivel de emergencia por la baja cantidad de agua que almacenan.
Esta decisión la tomará el Organismo de Cuenca, presidido por el presidente de la CHG, Joaquín Páez. Posteriormente, este mediodía en Sevilla se reúne el otro órgano de gobierno de la CHG, la junta de gobierno, compuesta por el propio Organismo de cuenca, las administraciones autonómicas y locales, y los representantes de los usuarios. Se prevé que la junta de gobierno haga la petición al Gobierno de España de que elabore un real decreto ley para regular esta fase de sequía mientras dure.
A principios de octubre, Páez adelantó que ya tienen las primeras medidas tomadas tras declarar la sequía, como la retirada de 400 hectómetros cúbicos para garantizar el abastecimiento humano, que no está comprometido de dos a tres años, pero "los regantes tendrán nuevas limitaciones si no llueve por cuestión de matemáticas".
Los embalses riojanos siguen descendiendo y han caído esta semana de nuevo hasta situarse en el 29,7 por ciento de su capacidad (hace una semana estaban al 30,2 por ciento), según el último informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Los porcentajes oscilan entre el 42,9 por ciento del embalse de Mansilla y el 19,1 por ciento de González Lacasa, pasando por el 27,2 por ciento del de Pajares.
En concreto, el embalse de Mansilla, que tiene una capacidad de 67,7 hectómetros cúbicos cuenta en la actualidad con 29,1, lo que supone que está al 42,9 por ciento. De este modo, en la última semana, ha subido 0,34 hectómetros cúbicos. Con respecto a hace un año, cuenta con 2,53 hectómetros cúbicos menos.
El embalse de Pajares, que tiene una capacidad total de 35,2 hectómetros cúbicos, cuenta hoy con 9,6, lo que supone que está al 27,2 por ciento. En una semana ha bajado 0,68 hectómetros cúbicos. En cuanto a su situación respecto a hace un año, cuenta con 4,42 hectómetros cúbicos menos.
Por último, el embalse de González Lacasa, con una capacidad de 32,9 hectómetros cúbicos, tiene un volumen de 6,3, lo que supone que está al 19,1 por ciento. Esto supone que se ha mantenido su nivel en la última semana sin variaciones, y que, con respecto a cómo se encontraba hace un año, cuenta con 6,70 hectómetros cúbicos menos.
El alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), ha hecho este martes un llamamiento a la ciudadanía en esta época "muy seca" para "un consumo responsable" de agua tras ser preguntado ante la activación del decreto de sequía en toda la cuenca del Guadalquivir y los efectos que pueda tener en la ciudad. "Más allá de que ya se mirará cómo afecta y si hay alguna afección a la ciudad", el regidor ha hecho "un llamamiento a tener especial cuidado todos en el consumo de agua de forma responsable, porque este año es muy seco".