Las empresas tendrán la última palabra para decidir el uso obligatorio o no de las mascarillas en interiores. Sanidad ha aclarado que por norma general estos elementos de protección no serán obligatorios en el trabajo, pero serán los departamentos de prevención de riesgos los que determinen el protocolo a seguir en función de la actividad y el lugar.
Un ejemplo de ello se da en uno de los grandes bancos españoles, que ha decidido que sus trabajadores se quiten la mascarilla. Es la norma general, pero quien quiera puede llevarla por salud o cuando trate directamente con un cliente.
Sin embargo, ni la principal cadena de centros comerciales, ni la mayor red de tiendas de moda, ni la primera Telefónica del país han trasladado a esta hora su decisión a los empleados. Las grandes empresas, incluso de la administración pública, esperan a ver la norma en el BOE. Pero el Gobierno sigue haciendo hincapié: la decisión es de los técnicos de riesgos laborales de cada centro y según el puesto de trabajo.
Si los técnicos deciden mantener la mascarilla en los puestos de trabajo, hay que cumplir con ello. Por otro lado, si como trabajador seguimos queriendo llevar la mascarilla puesta aunque la empresa no la haga obligatoria, podremos seguir llevándola.