Encontrar las bombillas perfectas para ahorrar en casa es una tarea complicada y agotadora. ¿Cuántos vatios? ¿Qué marca? Luego entran en juego otros detalles también importantes para el usuario y para un hogar, como son el color, el tono de luz (más fría, más cálida), etc., detalles que pueden volver loco a cualquiera.
Sin duda, las LED son la mejor opción si queremos ahorrar. No obstante, cuando vamos a comprar una bombilla LED nos podemos ver sobrepasados por la cantidad de marcas y modelos que hay actualmente en el mercado. El rango de precios también es muy variado. ¿Cuál elegir?
Las bombillas LED tienen una vida útil más larga que cualquier otra bombilla (algunas pueden durar 25 años), consumen menos (con encendido instantáneo), son menos contaminantes para el medio ambiente (no contienen mercurio), pero nos van a costar mucho más que el resto de opciones que hay en el mercado. Así que con esto tenemos que contar desde un principio. La inversión inicial va a ser alta, por eso, algo recomendable es ir cambiando poco a poco la iluminación de las zonas de la casa que más usamos o las luces que se vayan fundiendo.
A la hora de comprar una bombilla LED no solo nos deberemos fijar en el diseño o en el precio, también es muy importante que prestemos atención a varios aspectos que vienen indicados en su envoltorio, porque estos nos darán las claves de la calidad del producto que tenemos entre manos. Estos son la potencia, clase de eficiencia energética, factor de potencia y emisión de luz.
-La potencia nos indica lo que consume la bombilla. Cuanto menor sea, menos consumirá la bombilla.
-Clase de eficiencia energética: al igual que viene marcado en los electrodomésticos, nos dice cómo de eficiente es la bombilla.
-Factor de potencia: es una referencia de la cantidad de energía que la bombilla transforma en luz, y se indica en una escala de 0 a 1. En los buenos modelos este valor suele ser alto, por encima del 0.7 (el 70 por ciento de la energía se convierte en luz).
-Emisión de luz: es la medida de la cantidad de luz que puede producir una bombilla (medida en lúmenes). Si es un buen LED podrá ofrecer un gran flujo de luz con poca potencia.
En algunos paquetes de bombillas también podemos encontrar otro tipo de información muy valiosa que nos puede servir para conocer mejor la duración y el funcionamiento de las bombillas que vamos a comprar. Por ejemplo, puede aparecer indicada la vida útil de la bombilla (normalmente suelen ser unas 40.000 horas), también los ciclos de encendido, es decir, el número de veces que podemos encender y apagar la bombilla antes de que falle, o el tiempo de encendido, que en el caso de las bombillas LED suele ser instantáneo.
Como decíamos al principio, además de los vatios, el precio, la vida útil y otros aspectos de este tipo, los consumidores también se interesan por otros detalles como la apariencia a la hora de comprar el producto. En el caso de las bombillas LED nos fijaremos en varios puntos.
-Temperatura de color: corresponde al tono de luz de una fuente de luz. Cuanto más alta sea, más fría y azul se verá la fuente de luz blanca.
-Índice de rendimiento cromático: Se indica en una escala entre el 0 al 100 y cuanto más alto es, más calidad de luz nos proporciona la bombilla LED.
-Ángulo de luz: es el ángulo de apertura del haz de luz. Según el tipo de iluminación que busquemos (más amplia o más concentrada), así deberá ser este dato.
El ahorro que genera una bombilla LED con respecto a otras depende de los vatios que consume, pero también de los gastos de mantenimiento. El precio de una bombilla LED puede oscilar entre los 10 y los 60 euros (dependiendo del modelo). La potencia, ángulo de apertura de la luz y tipo del casquillo afectan al precio final, pero, para hacer un cálculo medio, pongamos en 20 euros el precio de cada bombilla.
De esta forma, cambiar diez bombillas de casa por bombillas LED nos supondrá un desembolso de 200 euros. Prácticamente el ahorro que haríamos en un año. Pero se trata de una inversión a largo plazo. Las bombillas LED tienen un vida útil mucho más larga (hasta 50.000 horas) que las bombillas de bajo consumo clásicas, que nos constarían solo 60 euros.