El comisario ha asegurado, según recoge el diario El País, que tiene permiso de la policía para desempeñar su trabajo como empresario. “Después de 10 años de excedencia en la policía, me pidieron que volviera como agente encubierto en régimen de excedencia especial y me autorizaron a mantener mi actividad privada; de hecho, he puesto al servicio de la policía alguna de mis empresas para realizar acciones de investigación dentro y fuera de España”, publica el citado diario.
Villarejo, junto a su esposa, Gemma Alcalá Garcés, y el abogado Rafael Redondo Rodríguez, participa en 12 sociedades con un valor superior a los 16 millones de euros. En algunas de estas sociedades es administrador único o presidente, según se desprende del registro Mercantil.
El diario El País informa de que sus oficinas están en la Torre Picasso de Madrid. Entre las 12 sociedades hay cuatro que tienen un capital millonario y otras cuatro cuentan apenas 3.000 euros de capital social. El diario señala que hay otras 12 empresas sin actividad, que cerraron o están en liquidación.
Villarejo, que actualmente está en excedencia especial como agente encubierto, según El País, es el comisario que se reunió, junto con el también comisario Enrique García Castaño, con el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González en una cafetería. Conversación que ha derivado en acusaciones entre unos y otros. El presidente regional acusa a los policías de chantajearle por su ático de Málaga y Villarejo ha denunciado a González por presuntos delitos de denuncia falsa, amenazas y coacciones.