El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón asegura que el CNI catalán fue el encargado de la denominada Operación Judas. Este organismo encargó a la facción radical de los CDR un “asalto al Parlament” el día del procés. La idea consistía en asaltar y ocupar de forma ilegal el Parlamento catalán con el fin de alterar el orden tras conocerse la sentencia de los presos del procés.
Los autos de prisión de los siete miembros de los CDR acusados de terrorismo ofrece esta información y el grado de implicación de los detenidos. Además, revelan que los CDR habrían tratado de establecer una vía de comunicación "segura" entre el expresidente de la Generalitat fugado a Bélgica, Carles Puigdemont, y el actual presidente Quim Torra.
Asaltar el Parlament, como intentaron los CDR hace un año. Era su principal objetivo para el día de la sentencia del procés. Los detenidos lo planificaron pero el juez cree que la acción fue encomendada por el Cesicat, el llamado CNI catalán, un organismo que depende del gobierno de Torra.
Las conversaciones telefónicas revelan que Guillem Duch mostró su disposición a participar en el asalto.
Además este detenido mantuvo junto a otros cuatro arrestados una reunión "secreta" con la hermana del expresidente Puigdemont hace un año. La intención, según el auto era entregar documentación "sensible y establecer comunicaciones seguras" entre Puigdemont y Torra, aunque los planes, según la fiscalía, no fueron más allá. Ánna Puigdemont, niega en un comunicado esa reunión porque ese día, afirma, "estaba en el hospital cuidando de su padre".
Afirma el juez que los detenidos empleaban teléfonos clandestinos y comunicaciones seguras. Ferrán Jolís era el encargado de la seguridad de las conversaciones pero en una llamada intervenida por la Guardia Civil reconoce "Me estoy jugando el culo, porque si me pillan me van a meter terrorismo y banda organizada". Eran conscientes de lo que hacían.