Las imágenes de la vergüenza: miles de ciudadanos llenan las calles para celebrar el fin del estado de alarma
Con el fin del estado de alarma, muchos ciudadanos han salido a las calles
En Madrid, miles de jóvenes han salido a la calle gritando “libertad” y “Ayuso”
Las autoridades han tenido que intervenir en numerosos puntos
Me lo permiten. Es una de las frases que ha lanzado uno de los jóvenes que se encontraba haciendo botellón en las plazas de Madrid. Reconocía que con esa forma de actuar se podían producir más contagios, pero trasladaba la responsabilidad a los políticos que se lo permitían, aunque los botellones no sean legales. Es la realidad del descontrol que vivimos hoy. Son las imágenes de la vergüenza. Miles de ciudadanos se han lanzado este fin de semana a las calles para festejar el fin del estado de alarma y del toque de queda, la mayoría jóvenes consumiendo alcohol.
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Así, en las calles de muchos puntos del país se han vivido numerosas aglomeraciones, con personas que no han cumplido ningún tipo de medida de seguridad frente al virus.
En Madrid, se dio la paradoja de que a las 23.00 horas los ciudadanos se tenían que recoger en sus casas porque aún regía el toque de queda y podían ser multados por no respetarlo, pero una hora después tenían de nuevo libertad de movimiento sin restricciones -salvo aquellos que residen en zonas concretas con una alta incidencia del virus-. Pero muchos jóvenes se saltaron esta “hora fantasma”, no así los locales de restauración que han echado el cierre a las once de la noche y una hora antes han dejado de servir, conforme a la norma.
Fin al "puto toque de queda"
En el barrio de Malasaña, uno de los más alternativos y populares para salir de copas, se produjeron concentraciones y aglomeraciones de jóvenes, que al grito de “puto toque de queda” y “libertad” se han reunido en la Plaza 2 de mayo, sin guardar las distancias y, algunos, sin mascarillas. Muchos vecinos intentaron disuadirlos echando agua. Los jóvenes corriendo ante la llegada de la policía provocaban vergüenza ajena.
En la Puerta del Sol, la Policía Local desalojaba la plaza en torno a las 23.30 horas ante la aglomeración de la gente, que se ha quedado en las calles aledañas esperando a que el reloj marcara las doce de la noche y decayese el estado de alarma.
Acordonada por los agentes de la Policía Local y Nacional, los jóvenes no cesaron de gritar la palabra libertad hasta que pocos segundos antes de las doce han empezado a corear una cuenta atrás que ha acabado con una carrera hacia el centro de Sol ante la mirada de los agentes. Una hora después del levantamiento del estado de alarma, en torno a 400 jóvenes, seguían bebiendo, bailando, haciendo congas ante las cámaras de televisión y gritando sin cesar “libertad” y “Ayuso”, frente a la Real Casa de Correos, la sede del Gobierno regional.
La Comunidad de Madrid renunció este viernes a prohibir la concentración de más de seis personas en espacios públicos o privados, aunque recomienda no hacerlo, con lo que será la primera vez desde el pasado 29 de julio que no habrá límite en el número de participantes en una reunión.
Ayer, uno de los temores de las autoridades madrileñas era que los más jóvenes, animados por el buen tiempo, se reuniesen en las vías públicas para consumir alcohol, algo que la conocida como ley “antibotellón” (Ley de Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos) prohíbe expresamente desde el año 2002 en la región.
El Ayuntamiento de la capital también anunció que los fines de semana iba desplegar un refuerzo de 200 policías municipales para controlar los botellones y el cumplimiento de los horarios de los locales, y el Gobierno regional aprobará el lunes un plan específico para prevenir esta práctica, con la ayuda de Policía Nacional y Guardia Civil.
El alcalde de Madrid coordinará dispositivos con la delegada de Gobierno
De hecho, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha avanzado este lunes que pasado mañana tendrá una reunión con la delegada del Gobierno, Mercedes González, donde planteará "la necesidad de reforzar y coordinar los dispositivos" para evitar botellones y concentraciones masivas como las vistas este fin de semana en la capital.
En declaraciones a los medios tras presentar la Operación Asfalto 2021, Almeida ha reclamado una "unidad de actuación" para perseguir esos comportamientos, "tanto con carácter disuasorio como con carácter sancionador", y evitar "imágenes tan lamentables como las que vimos el sábado", máxime cuando el sábado se celebra San Isidro, fiesta patronal de la ciudad. Ha aprovechado además para contestar a González, quien ha pedido este lunes al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso que tome medidas "valientes", como el toque de queda. "No es una cuestión de valentía", ha replicado el regidor, quien le ha dicho a la delegada que reclame al presidente, Pedro Sánchez, "una normativa que permita actuar" a las autonomías.
Almeida se ha mostrado muy crítico con "la inacción" de Sánchez, a su juicio el motivo de que el estado de alarma expirase en la medianoche del sábado sin que haya "un 'plan B' desde el punto de vista jurídico" para que las comunidades autónomas mantengan restricciones contra el coronavirus. "Sánchez ha conseguido que los españoles nos acostumbremos a que, cuando dice una cosa, sepamos que no lo va a hacer", ha reprochado el alcalde y portavoz nacional del PP, quien ha insistido en que el Gobierno "prometió" tanto de palabra como por escrito, en un acuerdo con Ciudadanos, proveer de cobertura jurídica a las medidas autonómicas.
Por ello considera que "es un cachondeo" que ahora el Gobierno vuelva a "transferirle la responsabilidad" a las regiones, recordándoles que pueden pedir la declaración del estado de alarma en su territorio, cuando Sánchez "dijo hace tres semanas, en plena campaña electoral en la Comunidad de Madrid, que iba a decaer el estado de alarma". "Ya está bien (...) los ciudadanos deben mirar atónitos lo que está pasando", ha indicado el regidor.
A su vez, Almeida ha reiterado a los ciudadanos que "la pandemia sigue entre nosotros", pues "que no haya estado de alarma no quiere decir que no haya fallecidos cada día", y ha añadido que "la libertad no es hacer botellón" ni "ir sin mascarilla por la calle", sino ser conscientes "de que vivimos en sociedad" y "nuestros derechos acaban donde empiezan los derechos de los demás".
"No podemos poner un policía municipal en cada calle y en cada zona verde", ha apostillado el alcalde, al tiempo que ha alegado que el Ayuntamiento está desplegando "todos los medios de los que dispone", con un refuerzo policial de 200 agentes y 450 intervenciones sólo en la noche del sábado.
Fue entonces cuando, al decaer el estado de alarma y el toque de queda, miles de madrileños se lanzaron a las calles de la capital, en buena medida jóvenes consumiendo alcohol en las calles, con especial afluencia en puntos como ante la Puerta de Sol, en la Plaza del 2 de Mayo, en las cercanías del Instituto Anatómico Forense y junto al estado Wanda Metropolitano.
Aglomeraciones también en el centro de Barcelona
Medio millar de personas se reunieron el fin de semana en el passeig Lluis Companys de Barcelona, bajo el Arco de Triunfo, tras finalizar a las 00.00 horas el estado de alarma.
Con la restauración cerrada desde las 17.00 horas y el toque de queda a partir de las 22.00 horas, en Barcelona se produjeron más fiestas en pisos particulares de lo habitual en las últimas fechas.
La medianoche se recibió con petardos y gritos de alegría, y a partir de entonces zonas como la plaça dels Àngels, el paseo del Born o las playas de la ciudad se empezaron a llenar de grupos de gente, muchos de ellos de más de seis personas -número máximo establecido- y con pocas mascarillas.
El amplio dispositivo de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana no impidió que medio millar de personas se reunieran bajaran el Arco de Triunfo, bailando y sin mantener las distancias.
Los Mossos y las policías locales sancionaron a unas 600 personas en Cataluña tras el fin del estado de alarma por incumplir las medidas de seguridad, como el uso de mascarilla y el distanciamiento social, y esta pasada noche la Guardia Urbana de Barcelona ha desalojado a 1.639 personas de la vía pública.
Además de estas sanciones, Mossos y Guardia Urbana desalojaron en Barcelona a 6.500 personas que participaban en fiestas multitudinarias en la vía pública en la primera noche sin estado de alarma, en puntos como Arc de Trionf, el Born, la Barceloneta o el barrio de Gràcia.
Fuentes de la Guardia Urbana han explicado a Efe que en esta segunda noche sin estado de alarma, la del domingo al lunes, fueron desalojadas 1.639 personas de la vía pública en la capital catalana.
En declaraciones a RAC1, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha afirmado que era "evidente que iba a haber una eclosión ciudadana" en las calles tras el fin del estado de alarma, aunque confía en que estas multitudes sean menores en los próximos fines de semana. No obstante, Sàmper ha recalcado que el próximo fin de semana habrá un nuevo despliegue policial en las calles, cuya operativo y sus dimensiones se diseñarán en función de las previsiones de Interior.
El conseller ha admitido que estas fiestas multitudinarias y las que se celebran en domicilios particulares, que son muy difíciles de controlar, son las que más preocupan, puesto que se trata de dos de los principales focos de infección.
Respecto a un posible toque de queda nocturno en el futuro, ha dicho que el Govern no se lo plantea con los datos epidemiológicos actuales, ya que no lo ve "necesario", y ha criticado la "dejadez de funciones" del Gobierno de Pedro Sánchez por no dotar a las comunidades de "instrumentos" que permitan adoptar medidas más restrictivas si la situación lo requiere.
Como si fuese Nochevieja en Salamanca o Euskadi
La Plaza Mayor de Salamanca también ha acogido a miles de personas que no han dudado en salir a celebrar el fin de las restricciones, sin ningún tipo de medida de seguridad.
Como si de una Nochevieja se tratara, al dar las doce y ya sin toque de queda ni restricciones de movilidad, miles de ciudadanos han salido a la calle con mucha ilusión, muchas con bolsas con bebidas y con música a tope en plazas y parques, y se han lanzado cohetes y petardos.
Miles de personas han festejado de madrugada en Euskadi el fin del estado de alarma, y la Ertzaintza y las policías locales han tenido que intervenir para evitar algunos botellones y aglomeraciones de personas, si bien no se han registrado incidentes destacados, ha informado el departamento de Seguridad.
En municipios de los tres territorios se han juntado jóvenes que se saludaban y festejaban en grupos en los que se veían pocas mascarillas.
Así, centenares de personas se han dado cita en el Parque de Doña Casilda y la Plaza de Unamuno del Casco Viejo en Bilbao, así como en la Parte Vieja de San Sebastián, en la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, y también en las playas de la costa vasca, como la de Arrigunaga en Getxo.
La Ertzaintza y las diferentes policías locales han tenido que intervenir puntualmente para disolver algunas aglomeraciones por grupos que bebían alcohol en la calle, pero sin que se hayan registrado incidentes importantes.
Falta de civismo
El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, ha asegurado este lunes que ve "preocupantes" las aglomeraciones producidas en algunos lugares el fin de semana, tras el fin del estado del alarma, aunque en Galicia no se han visto "demasiadas".
El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, ha asegurado este lunes que "espera y desea" que los ciudadanos sean "lo suficientemente responsables" como para que no haya que "dar pasos atrás" tras el final del estado de alarma, que ha supuesto "un antes y un después" en movilidad.
"A pesar de esta apertura tenemos que seguir cumpliendo con las normas establecidas", ha dicho Marín, quien durante la presentación en Monachil (Granada) de la apuesta de Andalucía en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) se ha referido a algunas de las imágenes (de aglomeraciones) de los últimos días que, a su juicio, "deben empezar a desaparecer".
"Esto tiene que hacerse con el compromiso de los ciudadanos, no solamente con la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad", ha continuado el vicepresidente andaluz, que ha considerado que sería "lamentable" tener que dar "pasos atrás" en esta materia.