El Congreso de los Diputados ha aprobado por mayoría absoluta la modificación de la Ley de Educación, la LOMLOE Congreso de los DiputadosaprobadoLOMLOE, también conocida como ley Celaá. Esto ha desatado un guirigay de polémicas. Ya sea porque elimina el castellano como lengua vehicular en la enseñanza o porque los expertos consideran que arrincona a la concertada, pese a que varios miembros del Gobierno estudiaron en ella.
La norma ha salido adelante con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV y los grupos minoritarios. Se han opuesto los grupos del PP, Vox y Ciudadanos. El proyecto de ley ha obtenido 177 votos a favor, 148 en contra y 17 abstenciones.
El Gobierno de Pedro Sánchez pretende convertir a la educación pública en el eje vertebrador del sistema educativo, en detrimento de la concertada. Así lo expresa explícitamente la exposición de motivos de la nueva norma.
Si se consigue la reforma se eliminará la "demanda social" para abrir nuevos centros concertados o aumentar plazas, no podrán percibir cuotas de las familias por recibir las enseñanzas de carácter gratuito ni imponer aportaciones a fundaciones o asociaciones.
Manuel Muñiz Pérez, profesor titular de la Universidad de Oviedo, recuerda en declaraciones a Newtral que la escuela concertada "tiene que ser subsidiaria de la red pública, que es como nació, como una excepción porque la red pública no era capaz de absorber a todos los alumnos que estaban en las escuelas católicas".
El experto aclara que esta es la función que tiene cualquier concierto y establece un símil con la sanidad pública: "en el momento en que las plazas públicas no son suficientes, puedes concertar con la escuela privada". Sin embargo, responder por ley a la demanda social "es como si todos los ciudadanos tuvieran el 'derecho”' de elegir entre un hospital público y un hospital privado, y si eligieran acudir al privado, el sector público lo tuviera que pagar".
Cuando nació el proyecto de reforma de la ley de Educación, en 2019, el PSOE consideraba que la 'demanda social' era una medida segregadora entre las redes pública y concertada. El Ministerio de Educación ha explicado que este proyecto de ley busca evitar la discriminación del alumnado por motivos socioeconómicos o de otra naturaleza.
En la actualidad, el 25% del alumnado estudia en un centro concertado, la mayoría son católicos, pero muchos otros han surgido por iniciativas sociales de padres y profesores. Pese a esto, prácticamente la mitad de los miembros del Gobierno de Pedro Sánchez han estudiado o llevan sus hijos a un colegio concertado.
La ministra de Educación, Isabel Celaá, estudió en el colegio Sagrado Corazón de Bilbao. Una escuela católica que, al igual que la mitad de los centros educativos del País Vasco, pertenece a la red concertada.
Celaá, que no venía de una familia excesivamente pudiente, estudió ahí bajo la figura de alumna becada. El colegio era segregado y era habitual que se impartieran clases "para mujeres", que consistían en talleres de cocina, por ejemplo, y demás tareas entonces establecidas bajo los roles de género.
Después, ya de mayor, estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto, en Bilbao. También se trata de un centro privado y regido por la Compañía de Jesús. De hecho, los directores fundadores encargaron a los jesuitas que usaran Deusto para "librar a los jóvenes bachilleres de los peligros que les acechan en la universidad".
La ministra tiene dos hijas, Bárbara y Patricia Aspichueta. Pese a que más tarde optarían por ramas educativas muy diferentes, ambas estudiaron en el colegio Bienaventurada Virgen María (BVM) -Irlandesas de Lejona (Vizcaya). Otro centro concertado e "inspirado en los valores del Evangelio".
Precisamente este colegio está capitaneando el clamor público contra la ley. Los más activos en el rechazo frontal contra el modelo han sido los dos ubicados en Sevilla. Desde Las Irlandesas Bami, consideran que esta ley ataca a la supervivencia de la concertada y denuncian que "la ministra Celaá ha expulsado a la comunidad educativa de la tramitación de la nueva LOMLOE".
Desde Las Irlandesas en Loreto creen que "vulnera los derechos reconocidos en la Constitución y reduce progresivamente el modelo de la enseñanza concertada, atentando contra la pluralidad educativa".
Según sus propias palabras, se trata de "un desastre que desarma a nuestros hijos para el futuro". Aunque el Instituto Bienaventurada Virgen María, que engloba a todos los colegios de Las Irlandesas, no se ha querido pronunciar al respecto, estos comunicados que los colegios de Sevilla están colgando en sus redes sociales y en sus páginas web están firmados por el Equipo Directivo y Equipo de Titularidad de los Colegios Las Irlandesas en España.
La Salle Bilbao fue el colegio en el que estudió Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior. Una escuela perteneciente a la red concertada que, desde hace 120 años, oferta una educación "humana y cristiana".
Hija de un abogado, Margarita Robles, ministra de Defensa, cursó estudios primarios en el Centro Concertado de Enseñanza Santa Teresa en León. A los doce años se trasladó con su familia a vivir a la ciudad condal, donde se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, estudió en la Escola Pía de Granollers, un centro concertado de los escolapios.
Pese a ser un defensor a ultranza de la educación pública, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, hizo COU en un centro concertado laico, el Colegio Montserrat Fuhem en barrio La Estrella de Madrid.
El propio Iglesias así lo indicó en una descripción biográfica en un proceso interno de la formación morada: "Estudié el BUP en el Instituto Juana de Castilla de Moratalaz y el COU en el Montserrat".
Estudió en el colegio de las Madres Escolapias de Cabra (hoy Colegio San José RRMM Escolapias). Colegio obviamente religioso. Pasó después por el Instituto público Aguilar y Eslava de Cabra.
Se licenció en Derecho por la Universidad de Sevilla y se doctoró en Derecho Constitucional por la Universidad de Córdoba. Su única hija estudió en colegios públicos en Montilla y Córdoba, donde pasó su infancia.
José Luis Ábalos, ministro de Transporte, cursó sus primeros estudios en una escuela privada por decisión de sus padres, pese al esfuerzo que esa opción supuso para la economía familiar. Estudió COU –mientras trabajaba en una gestoría– en el Instituto Público Cid Campeador, de Valencia, y se diplomó luego en Magisterio.
Sus dos hijos menores van a colegios concertados, sus dos hijos mayores completaron la ESO en la pública y el tercero se educó siempre en centros públicos.
El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, estudió en los Amigonianos, una institución religiosa de la Iglesia católica, de espiritualidad franciscana. Estudió en las Escuelas Profesionales Luis Amigó de Godella (Valencia), un colegio concertado.
Carolina Darias -ministra de Política Territorial y Función Pública- estudió en el Colegio Marpe, un centro de educación laica privado y concertado de Las Palmas de Gran Canaria.
Pese a ser una firme defensora de la educación pública, la ministra de Igualdad, Irene Montero, estudió en un colegio concertado: el Colegio Siglo XXI de Moratalaz, regido por una cooperativa de familias, sin ánimo de lucro y fundado hace 50 años.
Se trata de un centro inclusivo, laico y democrático, que se caracteriza por la innovación educativa y el uso de metodologías activas y participativas celebrando, por ejemplo, sesiones asamblearias y clases sin libros.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, se formó en el Colegio "Estudio" en Aravaca (Madrid), un centro educativo cien por cien privado con marchamo progresista. El colegio fue fundado en 1940 con el propósito de preservar y difundir la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza.
Sus valores son la libertad de cátedra y la negativa a ajustar las enseñanzas a cualquier dogma oficial en materia religiosa, política o moral. No sabemos los datos de sus cuatro hijos.
El ministro de Ciencia, Pedro Duque, estudió en un colegio privado, Aula, junto a la Urbanización Parque Conde Orgaz de Madrid, una zona residencial de alto nivel adquisitivo.
Él ha llevado a sus hijos a centros privados y es defensor de colegios privados tras recibir un premio de la Asociación Española de Centros Privados de Enseñanza (ACADE), cuando animó a la escuela privada a "seguir corriendo delante de la escuela pública".
Los dos hijos del ministro de Agricultura, Luis Planas, estudiaron en el Liceo francés de Bruselas y Rabat, un centro privado al que la mayoría de los diplomáticos envían a sus hijos, ya que este centro escolar internacional está presente en la mayoría de los países.
Pedro Sánchez estudió en el Ramiro de Maetzu, uno de los mejores centros públicos de Madrid. Se licenció en Económicas en un centro privado de El Escorial, Real Centro Universitario María Cristina, adscrito a la Complutense. Antes de llegar a La Moncloa, sus dos hijas estudian en un centro público de Pozuelo, el Príncipe de Asturias.
La Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera y sus hijos se formaron en la educación pública. Licenciada en Derecho en 1992 por la Universidad Complutense de Madrid y diplomada en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Madrid, Ribera fue profesora asociada de Derecho Público en la Universidad Autónoma de Madrid.
Hija de docentes, María Jesús Montero estudió en el colegio público José María Izquierdo. Su madre trabajaba allí como maestra. Se licenció en Medicina en la Universidad de Sevilla. Tiene dos hijas. Ambas estudiaron Primaria en los Altos Colegios de la Macarena, y Bachillerato en el IES San Isidoro, ambos centros públicos bilingües en alemán, que les correspondía por su zona de residencia.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, sigue muy vinculada a su tierra vallisoletana y especialmente al municipio de Ataquines, donde residen su padre y su madre y donde estudió la EGB en el colegio público de localidad.
Más tarde, continuó sus estudio en el Instituto Alfonso VI, también de titularidad pública y sitiuado a una veintena de kilómetros de su pueblo. Maroto se licenció posteriormente en la Facultad de Económicas de la Universidad de Valladolid y comenzó su carrera profesional en la Comunidad de Madrid.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, estudió en un colegio público de Tolosa. El mismo centro en el que impartía clases su madre. Sin embargo, hizo el COU en un centro privado antes de irse a estudiar Derecho a la Universidad de Navarra.
Alberto Garzón, José Luis Escrivá, Juan Carlos Campo y Yolanda Díaz son los otros cuatro ministros cuya educación ha estado ligada a la enseñanza pública. Manuel Castells, ministro de Cultura, realizó sus estudios de Secundaria en Valencia y Barcelona, pero en su curriculum omite datos sobre ese periodo de su formación.