El presidente del Gobierno anunciaba ayer un fondo de reconstrucción común de 16 mil millones de euros para las comunidades autónomas. No reembolsables. Es decir, no tendrán que devolverlo. En este punto, la valoración general ha sido positiva.
Sin embargo, en la reunión también se ha debatido sobre la prórroga del estado de alarma. Aquí es donde las diferentes opiniones han entrado en conflicto. La oferta de un procedimiento de cogobernanza para la desescalada no ha convencido a los más críticos. Cataluña, País Vasco y Galicia se plantan.
No comparten la extensión del estado de alarma. De mantener esta postura, los nacionalistas vascos podrían votar en contra en la sesión del Congreso del próximo miércoles, cuyo apoyo es clave para que Sánchez saque adelante la prórroga.
Es el mismo argumento que esgrime desde Galicia el presidente Núñez Feijóo. Por lo que ahora, con el apoyo del PP de Casado todavía en el aire, al Ejecutivo se le antoja complicada la tarea de aprobar en el Parlamento 15 días más de estado de alarma.
La consellera de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, ha afirmado que la cogobernanza en la desescalada por la que ha apostado este domingo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "sólo será real si se hace recuperando" las competencias autonómicas centralizadas con el estado de alarma por el coronavirus.
"Desde la cogobernanza, la colaboración y la lealtad entre gobiernos: creemos que es importante trabajar así desde el Govern, pero con las competencias que nos son propias", ha dicho en una entrevista de TV3, después de la reunión telemática de presidentes autonómicos este domingo, a la que ha asistido el presidente Quim Torra.
Budó ha defendido que, "tras 37 años de gestión" sanitaria, la Generalitat tiene la experiencia, los conocimientos y la pericia necesaria para gestionar el desconfinamiento por el coronavirus en Cataluña.