La segunda ola de coronavirus continúa haciendo estragos también en Cataluña, donde las autoridades sanitarias permanecen alerta ante el preocupante incremento de la transmisión. La incidencia se sitúa en niveles similares a los de marzo pasado, en concreto en 338.
La “estabilidad tensa” a la que se refirió Alba Vergés, Consejera de Sanidad catalana, hace poco más de una semana, parece haber desaparecido a la luz de los últimos datos. El Govern se ha reunido hoy con el sector de la hostelería para comunicarles las nuevas medidas.
Concretamente, el último balance del Govern suma otros 1.280 nuevos contagios en la comunidad autónoma y 14 fallecidos, lo que ha hecho al Ejecutivo movilizarse para anunciar un nuevo paquete de restricciones llamadas a aplacar el ascenso de la covid-19 en la región
Entre esas medidas está el cierre de bares y restaurantes durante 15 días, llegando así a finales de octubre. Hay que frenar la actividad social para contener la "preocupante" escalada de la epidemia, sostienen desde la Generalitat. Además, se limitará al 30% el aforo de los comercios y mercados ambulantes, se suspenderán ferias, congresos y convenciones. Se está contemplando también el cierre de casas de apuestas y casinos.
La decisión busca actuar de forma precoz y contundente para aplanar la curva, así como anticiparse a la situación y que no sea el Gobierno de España el que, como ha hecho en la Comunidad de Madrid, imponga sus medidas.
Así las cosas, de nuevo la hostelería, uno de los sectores más castigados por la pandemia, está en el centro de las restricciones. Considera el Govern que, en plena expansión del coronavirus, es necesario imponer todavía más restricciones a los encuentros sociales, siendo bares y restaurantes lugares propicios para ello.
La restricciones también afectarán a los gimnasios, los cines y los teatros, que verán reducido su aforo al 50%. Además, habrá que acudir a ellos con cita previa.
También se cerrarán parques y jardines a las 20.00 horas y se restringirán las actividades deportivas.
Ya el pasado día 11, el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, pidió que las empresas hagan teletrabajo.
En una entrevista de 'Rac1', Argimon reclamó que "las empresas y los agentes sociales empiecen de nuevo, pero de manera muy rápida, los planes de teletrabajo" para recuperar los niveles de esta modalidad de marzo y abril.
"Esto es importantísimo. Durante 15 días pediremos medidas contundentes pero cortas" con el objetivo de reducir la movilidad y la interacción social.
No se exigirá a las empresas que tengan un cierto porcentaje de empleados trabajando desde casa, pero sí que lo hagan aquellas que puedan: "Cada empresa es un mundo. En algunas, la mayor parte de la empresa puede teletrabajar; en otras no".
El sector de la restauración ya se ha pronunciado en previsión de las medidas, incluso antes de que fueran anunciadas. Concretamente, el Gremi de Restauració de Barcelona considera "inadmisible" la posibilidad de que la Generalitat imponga siquiera reducciones en el horario en los bares y restaurantes, por lo que un cierre completo supondría causar auténticos estragos en el negocio.
La actividad de restauración se encuentra parcialmente limitada desde el 18 de julio; hay restricciones de aforo interior y también en las terrazas, se prohíbe el consumo en la barra, mesas de máximo seis comensales, se avanza la hora de cierre a las 01.00 horas y no se pueden admitir clientes a partir de medianoche, entre otros.
El director del Gremi de Restauració, Roger Pallarols, ha afirmado que "la Generalitat tiene que cambiar de estrategia y buscar los verdaderos focos de contagio en otros espacios de socialización que, todavía ahora, escapan a la supervisión administrativa. Estigmatizar la restauración no funciona, ni en términos epidemiológicos ni tampoco a nivel económico: este trabajar a medio gas es agónico", sentencia.
Los cierres de los bares coincide con la suspensión, desde el jueves, de las clases presenciales en las universidades en las asignaturas sin prácticas. Tampoco abrirán por ahora los locales de ocio nocturno y se paralizarán las competiciones deportivas no profesional.
Galicia, con 238 nuevos infectados y once fallecimientos, limitará a partir del jueves las reuniones, tanto públicas como privadas a un máximo de 10 personas. Santiago está en alerta roja y se restringe la movilidad en O Carballiño, O Irixo y Boborás. Verín entra en nivel 3 de restricciones donde no podrán reunirse personas que no vivan bajo el mismo techo.
Andalucía ha puesto el foco en la comunidad universitaria y preocupa la situación en Écija, que ya hoy amanece confinada. Los establecimientos hosteleros cerrarán a las diez de la noche y se limita el aforo de celebraciones como bodas o comuniones a 30 personas. Restricciones que estarán en vigor diez días.