Mucha preocupación en los hospitales con cerca del 30% de las UCIS ocupadas por enfermos de coronavirus. En plena tercera ola de la pandemia de coronavirus y las cifras no dan tregua. Los efectos de la Navidad son más que evidentes y muchas CCAA piden al Gobierno central, el único que puede hacerlo, que ordene un confinamiento domiciliario.
Este jueves Sanidad contabilizó 36.000 nuevos positivos y 201 fallecidos. La incidencia acumulada se ha disparado a 522 y supera los 600 en ocho comunidades. Ya son cuatro las autonomías que han pedido el confinamiento: Castilla y León, Andalucía, Murcia y Asturias.
De momento, Sanidad no lo cree necesario. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, lo descartó el miércoles y ayer el doctor Fernando Simón, director del Centro de Alertas Sanitarias, admitía que estamos pagando las navidades pero negaba que fuera necesario encerrarnos en casa como en marzo.
Mientras el Gobierno Central no apuesta por el confinamiento domiciliario, las regiones van endureciendo medidas hasta donde la ley les permite.
Castilla y León, una de las que pide volver al confinamiento ha pedido a la población que no salga de casa salvo para ir a trabajar, al médico o comprar, es decir, que se autoconfinen. De momento, esta región ha optado por el confinamiento perimetral de todas las provincias.
Murcia y Andalucía, como Castilla y León, gobernadas por el PP, insisten también en la necesidad de volver a encerrarnos en casa dados los datos empidemiológicos. Pero solo una reforma del Estado de Alarma nos devolvería a los balcones y terrazas de las casas.
Madrid, también del PP, y con una incidencia de 636, por encima de la media nacional, se niega a confinar. La presidenta Isabel Díaz Ayuso siempre ha sido contraria a eso y a cerrar bares y negocios. No obstante, hoy ha anunciado que adelanta el toque de queda a las 23 horas, que la hostelería cerrará a las 22h y que ya son 47 zonas básicas de salud y 19 pueblos de la región los que tienen restringida la movilidad, salvo para trabajar, ir al médico o al colegio.
El viceconsejero de Salud Pública de Madrid, Antonio Zapatero, ha rogado a los ciudadanos que no se reúnan en sus casas con no convivientes.