La agresión homófoba producida el pasado domingo en el barrio de Malasaña, en Madrid, no era tal. Fue una relación consentida de un joven gay dedicado a la prostitución. La denuncia era falsa. La falta de imágenes y testigos dio un giro radical a un caso que había conmocionado a la sociedad y puesto en alerta a la policía. La Policía Judicial de la Comisaría del Distrito Centro se incorporaron policías procedentes de la Brigada de Información, en la que se encuentra el grupo especializado en delitos de odio. Se rastrearon internet, cámaras, con la sospecha de grupos de extrema derecha, pero todo ha dado un giro radical en las últimas horas. Los investigadores vieron al no obtener resultados que la declaración del joven presentaba lagunas y en un nuevo cara a cara este les contó la verdad. No había habido agresión.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, había señalado este martes que el juez ya tenía el atestado por la agresión homófoba. La Policía Nacional estaba revisando las cámaras de las inmediaciones del domicilio donde se produjeron los hechos, las antenas de los teléfonos móviles y posibles testigos, pero el ministro señalaba que todavía no le constaban personas identificadas por la agresión. No las había. El joven de 20 años ha declarado que la paliza y la marca en el glúteo fueron consecuencia de una relación consentida. No obstante, muchos ciudadanos han descubierto a través de este suceso una brigada que tal vez desconocían y que se ha convertido en vital en la sociedad de hoy.
La Comisaría General de Información (CGI), a la que se conoce coloquialmente como la 'policía secreta', es un organismo de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), al igual que todas las Comisarías Generales, que se enmarca dentro del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y se encarga de "la captación, recepción, tratamiento y desarrollo de la información de interés para el orden y la seguridad pública, así como su explotación o aprovechamiento operativo, especialmente en materia antiterrorista, tanto en el ámbito nacional como en el internacional".
Una de sus actividades más conocidas es la lucha anti terrorista, pero de la CGI depende también, por ejemplo, la unidad de desactivación de explosivos (TEDAX-NRBQ). Su máximo responsable es el Comisario General de Información, actualmente el comisario Eugenio Pereiro.
La Brigada de Información de la Policía Nacional investiga normalmente sobre la aparición y actividad de grupos violentos.