Aumenta de forma alarmante, el delito de la usurpación de identidad en redes sociales. Gente que utiliza fotos robadas a otras personas para colgarlas en webs de citas y contactos eróticos. Con otra cara intentan estafar amparados en una falsa personalidad. Es lo que le pasó a Jenny Alcoholado que descubrió sus fotos de Instagram en una web de contenido pornográfico.
Los delincuentes expertos en la suplantación de identidad se esconden en el confuso mundo virtual, donde utilizan servidores repartidos por todo el mundo, difíciles de rastrear por la Policía y con tecnología avanzada. Una de las víctimas es Jenny es una de las muchas jóvenes que han sufrido la suplantación de identidad.
Los ciberdelincuentes le robaron sus fotos más sugerentes de su cuenta de Instagram y crearon una cuenta nueva con su mismo nombre, su misma cara, pero no era ella, sino un doble falso que ofrecía sus servicios . Reconoce el shock de saber lo que estaba ocurriendo usando su nombre.
Sufrió varias crisis de ansiedad. cuando vio su rostro en esta cuenta en una aplicación de contactos eróticos, en la que su otra, la falta, ofrecía contenidos pornográficos.
La Policía ha explicado que existen varias opciones para luchar contra estos ciberdelincuentes: denunciarlo en la propia red para que bloqueen esa cuenta o denunciarlo en comisaría. Eso también lo hizo Jenny Alcoholado.
Al día siguiente de denunciarlo a la web, la cuenta con la falsa Jenny fue cancelada e inmediatamente apareció otra en una página similar. Ahí volvió la joven a vivir lo mismo repetido, como una pesadilla.
La suplantación de identidad en redes, o lo que es lo mismo, hacerse pasar por otro se castiga con la pena de seis meses a tres años de cárcel. Una práctica cada vez más común, que ha ido en aumento con la popularidad de las redes y de internet. El pasado año, solo en Cataluña, se denunciaron 138 casos de suplantación de identidad.