Las imágenes de las aglomeraciones en los paseos de Barcelona y en las playas, con la gente tomando el solo sin guardar la distancia siguen causando estupor. Ayer en la hora punta en la Diagonal de Barcelona se veía un completo atasco humano. Cruzarla patinando es toda una odisea. Entre paseantes y deportistas, el camino se convierte en una aglomeración peligrosa que hay que ir esquivando. Hay, a la vez, bicicletas, patines, patinetes, gente corriendo, gente paseando, con el perro…
Una multitud entre la que es imposible mantener las distancias de seguridad. Tras el intento de ejercicio nos dirigimos a la playa de la Barceloneta y nos encontramos la arena y el agua repletas. Grupos de gente abrazándose, compartiendo bebida o dándose un baño, todo prohibido. Las masificaciones de estos días han obligado a cerrar parte del paseo hasta que no haya una auténtica responsabilidad individual.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido este jueves a los vecinos de la capital catalana que actúen con "prudencia y responsabilidad" cuando acudan a las playas, siempre respetando las indicaciones de las autoridades, para evitar dar "pasos atrás" en el proceso de desescalada.
En rueda de prensa telemática, Colau ha celebrado que la ciudadanía haya sido "muy responsable" durante estas semanas de estado de alarma, si bien ha alertado de que "no se pueden permitir aglomeraciones" que podrían ser perjudiciales para la salud de todos. Aunque entiende que "la gente tiene muchas ganas de salir" de casa tras unas semanas difíciles, pero ha recordado que imágenes de acumulación de gente como algunas registradas ayer en las playas de la ciudad "son peligrosas desde el punto de vista del contagio del virus".
Desde ayer miércoles, en las franjas horarias correspondientes -para el grueso de la población, de 06.00 horas a 10.00 horas- se puede pasear y hacer deporte en la playa, pero no tomar el sol ni bañarse de forma meramente "recreativa". Algo que las imágenes desmienten porque la gente no se ha resistido a tomar el sol.