Los trabajadores del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez piden "mayor control" frente a la covid, pese a las medidas establecidas actualmente por el ministerio de Sanidad. Así lo explica a Informativos Telecinco un empleado del aeródromo, que prefiere mantener su anonimato, quien además asegura que incluso "vienen pasajeros con PCR falsas. "Es un coladero", subraya.
Barajas no ha escapado a estar en el foco de la campaña del 4M. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, también ha usado el mismo término y ha sido duro respecto al control en el aeropuerto. "Barajas es un auténtico coladero en el que no hay "ningún tipo de control", más allá de "alguna mínima restricción en algunos países con incidencia acumulada alta".
El consejero madrileño ha señalado que no es un problema solamente de la Comunidad de Madrid y que también se han quejado Cataluña y Baleares de la falta de control aeroportuario y portuario. "Un país que no controla su frontera en una crisis sanitaria está condenado a que estas nuevas cepas, que ya estamos detectando, entren aquí en Madrid a través de nuestro aeropuerto", asegura. Ayuso ha criticado al presidente del Gobierno por hablar de desmadre en Madrid, al decirlo, "aquél que no controla Barajas".
Begoña Villacís, de Ciudadanos, también ha criticado que las pruebas PCR en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se realizan de forma "aleatoria" y que las que se llevan a cabo son "muy reducidas", por lo que convierte a este aeropuerto en una "barra libre" para la entrada de contagios al país. "No puede ser que no se pueda venir de Cuenca y sí de Francia. Hay que hacer PCR a todo el mundo, que no se hace en Barajas, o prohibir la entrada", manifestaba en declaraciones a 'Cuatro'. Barajas supone una "barra libre, una puerta de entrada" a los contagios".
El Gobierno se ha defendido en boca del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que ha señalado que con los datos de la propia Comunidad de Madrid hasta el 16 de febrero, los casos importados suponen el 0,09% suponiendo que todos hubieran entrado por Barajas".
Desde AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) aseguran, en declaraciones a este medio, que se cumplen todos los requisitos de seguridad. Aluden además a la reducción de llegadas de vuelos internacionales con respecto a 2019 en Semana Santa.
La llegada de turistas desde el aeropuerto de Madrid ha desatado un rifirrafe político a todos los niveles institucionales. Los partidos de la izquierda acusan a Ayuso de fomentar el "turismo de borrachera", mientras que la dirigente del PP rechaza las críticas asegurando que solo buscan "perjudicar" a una de las pocas comunidades autónomas "donde se puede ir al cine, al teatro o disfrutar de la gastronomía".
Las visiones de la realidad en el aeropuerto difieren. El trabajador del aeropuerto, relacionado con el sector de la vigilancia, y que está en el mismo día a día, considera que "sí que se ha notado el aumento de turistas", y el "turismo de borrachera es totalmente cierto". De hecho, "aún siguen llegando turistas franceses a Madrid y a España". No obstante, para este empleado "el aeropuerto se debería mantener abierto", aunque aumentando "las medidas de seguridad".
"Los turistas más jóvenes son los franceses, pero vienen de muchos sitios y de muchos países, hay muchos que no se quedan en Madrid, sino que vienen en tránsito. No se está exagerando nada sobre la situación, se está comprobando que cada vez que vienen los turistas aumentan los casos", destaca el empleado.
Los datos sí demuestran que el impacto ha hecho mella, como no podía ser de otra forma en el tráfico aéreo. Durante esta Semana Santa (los 11 días) han llegado 364 vuelos internacionales de pasajeros al Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, en comparación a los 1.520 que llegaron en el mismo período en 2019, según informan las fuentes de Aena. Esto supone un 70% menos de vuelos en comparación con hace dos cursos. Una reducción significativa, apuntan.
Aena ha desplegado desde el mes de abril de 2020 su llamado Plan de Recuperación Operativa, una serie de medidas basadas en las directrices de la Comisión Europea y de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), establecidas en colaboración con el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC), además de haber sido coordinadas con los Estados Miembros y las asociaciones internacionales de aeropuertos (AECI) y de aerolíneas (IATA).
Los esfuerzos de Aena, según explica la empresa pública española, "se orientan a proteger y garantizar la salud y seguridad de pasajeros y trabajadores atendiendo siempre a las recomendaciones de las autoridades sanitarias (limpieza y desinfección, ventilación, dispensadores de gel, señalética, megafonía...)". Además, destacan que "la entrada a las terminales está permitida exclusivamente a los empleados del aeropuerto, los pasajeros con tarjeta de embarque y acompañantes de menores que viajan solos y de viajeros PMR (Personas con movilidad reducida)".
Los vecinos que viven en los alrededores del aeropuerto no han notado un incremento de turistas mayúsculo, no obstante, saben bien las rutas de los mismos. "Los turistas llegan y se desplazan al centro en transporte público, la mayoría. Los hoteles que hay alrededor del aeropuerto son para empresarios y están relacionados con el sector de negocios. Son los hoteles del centro de la ciudad donde se concentran", explica una trabajadora de la zona de Barajas.
Los turistas "suelen respetar el tema de la mascarilla", aunque "siempre hay gente que no lo cumple", por lo que "hay que pedirles que se la pongan correctamente", incluso en alguna ocasión "se ha tenido que llamar a la Guardia Civil", según cuenta el empleado de vigilancia. Además, "la distancia de seguridad no se suele cumplir casi nunca a la hora de los embarques o a la hora de recoger el equipaje", relata el trabajador del aeropuerto.
También denuncia la falta de personal para vigilar la normativa. "No hay suficiente gente para controlar los espacios. Se controlan espacios muy reducidos para todo el tránsito que hay en el aeropuerto, tanto para los que se quedan en Madrid como para las conexiones. Insisto, no se respetan las distancias de seguridad", detalla.
En cuanto a la reacción de los turistas a la hora de pedirles PCR, "normalmente no suelen dar problemas", pero es que "no se le pide realizar PCR a todos los turistas, solo aleatorios o de países denominados zona roja", precisa el empleado. Según declaraciones de otra trabajadora, que también prefiere reservar su identidad, "en su compañía trabajan con técnicos y al desplazarse a Canarias no les hacen prueba de covid, solo se lo hacen a su llegada al hotel".
Frente a las acusaciones, Aena se remite al protocolo establecido y ha informado que, respecto a los controles sanitarios, colabora con las autoridades sanitarias para la puesta a disposición de los recursos necesarios (cámaras termográficas para el control de temperatura y control visual, software de generación y control documental de lectura de los Passengers Locator Cards (PLC) recursos humanos especializados de apoyo a Sanidad Exterior) para la realización de controles establecidos por dichas autoridades a todos los pasajeros internacionales.
"Estos controles consisten en un control primario (formado por personal de apoyo y enfermero supervisor) donde se realiza la toma de temperatura a través de cámaras termográficas imperceptibles para el pasajero y se chequea el control documental de PLC de forma automatizada, que incluye la exigencia de PCR para los pasajeros procedentes de países de riesgo", explica Aena. Este punto es el que pone en cuestión el empleado, ya que dice que muchos pasajeros falsifican los resultados de la prueba PCR.
"Existe un control secundario (formado por médicos y personal de enfermería/profesionales titulados en Formación Profesional del área sanitaria) en el que se evalúan clínica y epidemiológicamente los casos sospechosos detectados en el control primario y se derivarán a Sanidad Exterior. Si fuera necesario, se organizaría el traslado a un centro sanitario, en coordinación con los Servicios de Salud Pública de las comunidades autónomas)", añaden al respecto.
Los trabajadores del aeropuerto, sin embargo, "se sienten desprotegidos" y reconocen que viven con cierto "miedo al contagio". "Me parece increíble que el personal del aeropuerto, que somos personal de alto riesgo (algunos servicios más que otros), no se nos vacune y se vacune antes a otro tipo de servicios que quizá no presenten tanto riesgo", denuncia uno de los trabajadores.
"Estamos expuestos constantemente con países que proceden de zona roja y aún no sabemos ni cuándo, ni si se nos va a vacunar- Y no es que digamos que estamos con un solo pasajero de un solo país, estamos hablando que tratamos con mucha gente de distintos países" añade.
"La protección que tenemos es la que nos da la compañía de cada empleado, que te suele dar todos los días mascarilla, guantes y gel hidroalcohólico. Además, hay varios puntos por todo el aeropuerto para que te desinfectes sin tener que apretar con la mano, sino pisando con el pie", comenta respecto a las medidas anticovid.
La entrada de nuevas variantes puede ser un factor fundamental en la propagación del virus y numerosos expertos ya advierten de una cuarta ola. "Aquí en el aeropuerto no se nos informa de nada (excepto las compañías de las líneas aéreas), la única información que obtenemos es a través de la tele". Y esa es otra de las quejas. De hecho, el Gobierno ha prorrogado hasta el próximo 27 de abril la limitación de los vuelos directos entre Brasil y la República de Sudáfrica y los aeropuertos españoles. La orden fue aprobada en el Consejo de Ministros de este martes y por la que el Ejecutivo estableció medidas excepcionales para limitar la propagación y el contagio de las cepas de covid19.
Según lo previsto en los acuerdos, desde Brasil y Sudáfrica solo podrán realizarse vuelos a España que estén ocupados por ciudadanos españoles o andorranos, así como residentes en ambos países o pasajeros en tránsito internacional a un país no Schengen con escala inferior a 24 horas sin abandonar la zona de tránsito del aeropuerto español. Sin embargo, estas restricciones no afectan al personal aeronáutico necesario para llevar a cabo las actividades de transporte aéreo.
Además, se contemplan otras exenciones relativas a vuelos de aeronaves de Estado, servicios de búsqueda y salvamento (SAR), vuelos con escala en territorio español con fines no comerciales y que tengan por destino final otro país, vuelos exclusivos de carga, posicionales (ferry) y humanitarios, médicos o de emergencia.
La orden expresa la preocupación del Ejecutivo por la extensión de la variante brasileña, así como por sus posibles efectos sobre la transmisibilidad de la enfermedad y la capacidad de neutralización de los anticuerpos. Además, la variante de Sudáfrica preocupa por su alta prevalencia en el país, motivada por su alta capacidad de trasmisión, lo que "justifica el mantenimiento de la medida".
La celebración de Semana Santa en España llegó acompañada de fiestas ilegales y polémica. "Semana Santa estuvo mal organizada. La gente que tiene segunda residencia o familiares en otras comunidades autónomas no pudo salir, pero sí llegaron multitudes de turistas a hacer fiestas en España. Lógico que mucha gente se intentara ir arriesgándose a una multa".
Recientemente, los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y Palma de Mallorca han recibido la Acreditación de Salud Aeroportuaria (AHA por sus siglas en inglés). Se trata de un programa que evalúa el cumplimiento de las medidas sanitarias recomendadas por ACI, la EASA, el ECDC, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que se está aplicando en todos los aeropuertos de la red de Aena.
La acreditación, otorgada después de una cuidadosa evaluación de las medidas y procedimientos sanitarios que Aena y las autoridades españolas han introducido en todas las áreas y procesos del pasajero, demuestra el compromiso continuo de Aena con la seguridad. La Airport Health Acreditation (AHA) es el primer programa mundial concebido específicamente para el sector aeroportuario a partir de la crisis de la covid19.
Desde el comienzo de la pandemia, Aena "ha ajustado la capacidad de sus aeropuertos a las necesidades concretas de la operativa con el fin de asegurar la correcta operatividad, la protección de trabajadores y pasajeros y conseguir una gestión eficiente. Estos ajustes se van modulando en función de la evolución del tráfico".
"Que Madrid esté bien o mal preocupa muchísimo al resto de España porque hay una interrelación de Madrid con el resto de comunidades. Es como un pulpo con muchos tentáculos porque está allí todo el meollo", afirmó recientemente el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla
Desde el Sindcato ASAE denuncian que "el tema de Barajas está muy politizado y perjudica mucho a a AENA y sus trabajadores por la imagen de la empresa". Aseguran que "hay un control exhaustivo con los países en más riesgo" y que hay "más posibles contactos en el Metro atestado o en Buses de la EMT". También critican que la presidenta regional "usa "Barajas como un comodín" lo que les parece "inaceptable". El debate sobre cómo manejar el aeropuerto está servido.