El Arzobispado de Barcelona ha explicado este domingo que tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat "eran conocedoras" del acto celebrado este sábado en la Sagrada Familia con casi 600 asistentes.
Fuentes del Arzobispado han informado que al acto acudieron el comisionado de Diálogo Intercultural y Pluralismo Religioso, Khalid Ghali, y el director general de Derecho y Entidades Jurídicas, Xavier Bernadí, en representación de ambas administraciones, y el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle.
"Cuando celebramos un acto invitamos a todo el mundo. Todo esto se sabía. Sabían qué se hacia en la Sagrada Familia", han detallado las mismas fuentes.
La Conselleria de Salud abrirá un expediente para investigar si se han respetado todas las medidas sanitarias y de movilidad en la ceremonia.
Salud Pública de la Generalitat revisará si se ha cumplido con las restricciones ante "la gran movilidad que ha implicado el acto religioso", teniendo en cuenta el contexto de pandemia, han informado fuentes del departamento.
El control se extenderá tanto al acto --que se ha celebrado con un tercio del aforo, con mascarilla obligatoria para los asistentes y gel hidroalcohólico-- como a la organización del evento.
La Conselleria de Salud ha recordado que el decreto del estado de alarma no permite cerrar espacios religiosos sino solo reducir aforos, por respeto a la libertad de culto como derecho fundamental.
Sin embargo, ha alertado de que "este tipo de eventos masivos tienen un riesgo epidemiológico del todo injustificable dada la situación actual y, por tanto, se planteará reforzar las medidas de protección para que no vuelva a pasar".
La CUP y los comuns habían criticado la celebración de este evento con cerca de 600 personas pese a las restricciones sanitarias, en sendos apuntes en Twitter este sábado.