El fundador de Foro Asturias, exvicepresidente del Gobierno y expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, ha declarado este martes como acusado de un delito de apropiación indebida y ha asegurado que nunca se ha lucrado ni ha tenido control alguno sobre las cuentas de Foro Asturias y que, salvo dos o tres errores administrativos, todos los pagos que cargó a las cuentas del partido estaban justificados por su cargo y cubiertos por los gastos de representación y libre disposición.
"No tuve responsabilidades económicas, no me encargué de la gestión económica, no tuve tarjetas de crédito, no controlé jamás los gastos y había una estructura profesional de personas a las que yo no conocía para llevar la contabilidad, la fiscalización y las auditorías anuales, algo que se hizo impecablemente", ha dicho ante el tribunal.
Ante la Audiencia Provincial de Oviedo ha indicado además que "le resulta muy ridículo" que a sus 77 años y tras toda una vida dedicada a la política este ahora ante un tribunal "dando explicaciones sobre tiques de 42 euros".
A este respecto, ha añadido que "esta querella es lo más triste que le ha pasado en su vida" y ha insistido en considerar "ridículas" todas las acusaciones.
Álvarez-Cascos se enfrenta a una pena de tres años y medio de cárcel al estar acusado de cargar gastos propios a Foro Asturias, el partido creado en torno a su figura en 2011 tras su marcha del PP y con el que accedió a la presidencia del Principado de Asturias en julio de ese mismo año.
Según la Fiscalía, el que fuera ministro de Fomento y exsecretario general del PP durante diez años pudo haber cargado entre 2011 y 2017 a las cuentas de Foro 181.648 euros en gastos personales, como pagos en hoteles y restaurantes, comidas a domicilio, juegos de consola, billetes de AVE o entradas para la Copa Davis, así como el arrendamiento ficticio de una oficina de su propiedad situada en el madrileño paseo de la Castellana.
La denuncia fue presentada por la comisión directiva de Foro en junio de 2020, a raíz de que la presidenta del partido y alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, decidiese hacer una auditoría para poner al día las cuentas del partido en un momento en el que el partido se había fraccionado entre sus partidarios y los del exlíder de Foro.
En la primera sesión de una vista oral que está previsto que se prolongue durante cinco sesiones más a lo largo de este mes, Álvarez-Cascos ha pedido al tribunal que "no se acepte un relato falso" que, en su opinión, "les interesa a algunos para sacar dinero porque están perniquebrados con 16.000 votos y un diputado", que es el motivo último de la querella, en referencia a los últimos resultados electorales de Foro.
"Quiero defender mi gestión política como presidente, no el relato que concluye con una demanda por apropiación indebida, que es lo más triste que me ha podido pasar en la vida, una querella que en 2019 me inutilizó e invalidó para cualquier actividad civil o política", ha subrayado.
Según el expresidente asturiano, mientras estuvo al frente de Foro se guio siempre por la Ley de Partidos Políticos y la Ley del Tribunal de Cuentas porque cree "en el Estado de derecho y en la ley" y que por eso Foro fue "un partido ejemplarmente cumplidor de la normativa".
Según Álvarez-Cascos, nunca tuvo ninguna preocupación, ni los que le rodeaban, "que hoy son querellantes", por cómo se gestionaban unos gastos que a él le abonaban "tras entregar los tiques a las personas que llevaban la contabilidad, muy especializadas".
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