La princesa Leonor, después de Navidad y tras despedirse de la Escuela Naval en la localidad pontevedresa de Marín, continuará su formación militar embarcándose el 11 de enero, en Cádiz, en el Juan Sebastián de Elcano, un buque escuela que lleva el nombre del marino español que dio la vuelta al mundo por primera vez en el año 1522.
Construido en los astilleros gaditanos Echevarrieta y Larrinaga, el barco fue botado el 5 de marzo de 1927 y entregado a la Armada el 17 de agosto de 1928. De este modo, lleva casi un siglo navegando por todos los mares del mundo y recalando en puertos de más de 70 países. Además, se trata de una embajada flotante que pueden pisar los españoles que residen fuera de nuestras fronteras.
Como buque escuela, indica la Armada, el cometido principal del Juan Sebastián de Elcano es la formación de los futuros oficiales, los guardiamarinas. Para ello, realiza todos los años un crucero de instrucción, casi siempre fuera de España, en el que los jóvenes alumnos reciben clases y participan en todas las maniobras. Además, se familiarizan con el léxico marino.
En el XCVII crucero, que se llevará a cabo este 2025, el velero de la Armada acogerá a bordo a 76 guardiamarinas pertenecientes a la 427º promoción del Cuerpo General y 157º de Infantería de Marina. Entre ellos se encuentra la princesa de Asturias, quien continuará la tradición con la que ya cumplieron su progenitor, el rey Felipe VI, y su abuelo paterno, Juan Carlos I.
Cabe destacar que la heredera de la Corona española, que será tratada como guardiamarina Borbón Ortiz, se convertirá en alteza real cada vez que abandone el barco y ponga los pies en tierra firme.
Leonor, que llegará a la ciudad andaluza unos días antes, compartirá con otras tres chicas el camarote, que cuenta con cuatro literas y un baño en común. El habitáculo tiene un espacio limitado para la ropa y no dispone de armario.
Los guardiamarinas realizan parte de su plan de estudios del tercer curso de carrera, ampliando sus conocimientos con asignaturas, entre otras, de navegación, astronomía, meteorología, operaciones anfibias, apoyos y servicios de combate y maniobra.
Los alumnos quedan divididos en cinco grupos con guardias de cuatro horas cada uno, ocupando turnos tanto diurnos como por la noche. Durante los mismos, realizan diversas tareas que van modificándose según las necesidades del viaje. Es decir, lo mismo tienen que maniobrar las velas que engalonar el barco.
Francisco Romero Garat, capitán de navío retirado, ha explicado a Capital Radio que la formación durante las maniobras en el buque se hace sin dar voces porque las órdenes "se dan con el pito de contramaestre, el chifle".
Además de instruirse profesionalmente, la realización del crucero fomenta un importante desarrollo de las relaciones personales, subraya la web de la Armada, debido a la estrecha e intensa convivencia que se respira a bordo durante el viaje.
El buque, al mando del capitán de navío Luís Carreras-Presas do Campo, nacido en 1972 en La Coruña, cuenta con una dotación formada por 20 oficiales, 20 suboficiales, 130 militares de la escala de marinería y tropa y dos maestros civiles.
El Juan Sebastián de Elcano, en el que se embarcan cerca de 300 personas, tiene 113,1 metros de eslora y 13,154 metros de manga. Una vez que salga del puerto de Cádiz el 11 de enero, se dirigirá a Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria antes de cruzar el océano Atlántico.
El buque escuela hará paradas en Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos).
Desde la mencionada ciudad norteamericana regresará a nuestro país, deteniéndose en Gijón, Ferrol y Marín antes de volver a la capital gaditana el 21 de julio.
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