El empresario Víctor De Aldama ha llegado este lunes a las 09.34 horas al Tribunal Supremo para declarar como investigado en el 'caso Koldo' acompañado de su abogado pero también del líder de Desokupa. El sospechoso de ser el comisionista de la trama de las mascarillas ha aceptado el ofrecimiento que el polémico Daniel Esteve le hizo públicamente, a través de las redes sociales.
De Aldama ha tenido que responder al juez Leopoldo Puente, que indaga en las presuntas adjudicaciones irregularidades acordadas durante la pandemia para la compra de material sanitario.
El presunto conseguidor del 'caso Koldo' ha llegado al Supremo en un coche negro, con una carpeta negra bajo el brazo, acompañado de su abogado y del dueño de la empresa Desokupa, Daniel Esteve, que le ha abierto la puerta del vehículo y lo habría escoltado hasta la entrada lateral del edificio, aunque sin entrar al tribunal.
Esteve en un reciente vídeo ofrecía protección a Aldama. “Si quieres llegar vivo al juicio, yo te ofrezco protección con mi equipo: coches blindados, chalecos, lo que necesites... Te podemos garantizar que vas a llegar vivo al juicio tú y tu familia. Te ofrecemos seguridad para todo. Te va a costar una pasta, porque pasta tienes, pero si necesitas seguridad sólo tienes que pedirla”,
Horas antes, el dueño de Desokupa ha asegurado en un vídeo publicado en su cuenta de X que "hoy es un gran día". "Sólo os puedo decir que el que pueda ver la llegada de De Aldama al Tribunal Supremo, que lo vea, que habrá sorpresa", ha dicho. Y ha añadido: "Yo creo que hoy habrá sorpresitas y que el señor al final va a acabar lo que ha empezado".
De Aldama ha entrado directamente al edificio judicial por la calle de Marqués de la Ensenada sin hacer declaraciones a los medios de comunicación que le esperaban en la zona acordonada desde temprano. Fuentes de la defensa han avanzado a Europa Press que el empresario tiene intención de contestar a las preguntas que le hagan el juez, la Fiscalía, el resto de defensas y el PP, que ejerce la dirección letrada en representación de todas las acusaciones populares.
De Aldama detalló que, "entre otras relaciones económicas, se proyectó una operación, por la cual Ábalos adquiriría, sin contraprestación, el inmueble del Paseo de la Castellana número 164 de Madrid", propiedad del empresario, como "garantía" del cumplimiento del "compromiso" por parte de "determinadas constructoras" de "abonar comisiones, si resultaban adjudicatarias de determinados contratos públicos, preadjudicados, esto es, decididos antes de su licitación".
Sin embargo, el exministro en su declaración voluntaria como investigado ante el magistrado instructor del Supremo negó la mayor y aseveró que no cobró comisiones por la compra de material sanitario. Cabe recordar que en la anterior declaración de De Aldama, ante la Audiencia Nacional, cifró esas presuntas mordidas a Ábalos en 600.000 euros (incluyendo las supuestamente abonadas para que la trama se hiciera con los contratos de mascarillas).
Previsiblemente, y según fuentes del entorno de De Aldama consultadas por Europa Press, el empresario se mantendrá en sus afirmaciones ante el Supremo, e incluso, tal y como adelantó en una entrevista a una radio colombiana hace una semana, podría aportar nuevas evidencias.
Cabe recordar que en su declaración anterior también apuntó a diversos cargos y miembros del Gobierno, como el ministro Ángel Víctor Torres o el jefe de Gabinete de Hacienda, Carlos Moreno, así como al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán.
Aquella declaración se produjo ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno mientras De Aldama se encontraba en prisión por otra causa en la que el juez Santiago Pedraz le investiga por presunto fraude de hidrocarburos. Tras su comparecencia, la Fiscalía Anticorrupción pidió su excarcelación. Desde entonces, permanece en libertad.
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