La alcaldesa de Paiporta se derrumba ante los reproches de los afectados por la DANA: "¿Maribel, no tienes ningún plan?"

Un mes después de la devastadora DANA que arrasó la Comunidad Valenciana, la frustración sigue latente entre los vecinos de Paiporta. Esta vez, el escenario ha sido el pleno del ayuntamiento, donde los habitantes han alzado la voz contra la gestión de la alcaldesa, María Isabel Albalat, quien no ha podido contener las lágrimas tras escuchar las duras críticas. 'La mirada crítica', se ha trasladado allí para dar voz a la frustración de aquellos que lo han perdido todo. 

"Seguimos con los garajes inundados, llenos de lodo y heces", denunciaba una vecina. Otro residente cuestionaba: "¿A ver hasta cuándo nos van a tener aquí?”. Fueron más de cinco horas cargadas de tensión, donde la desesperación de los vecinos quedó reflejada en reproches directos y relatos desgarradores sobre su situación actual.

Momentos de máxima frustración

La reunión alcanzó su punto álgido cuando se produjo un apagón, dejando la sala a oscuras y obligando a los asistentes a usar linternas para continuar. En ese ambiente, una vecina relató entre lágrimas: "El lunes me fui a trabajar nueve kilómetros y medio andando por la autopista". Otro momento crítico se vivió cuando los vecinos cuestionaron la falta de un plan de acción concreto por parte del consistorio. "¿Maribel, no tienes ningún plan por escrito?", preguntaron, provocando que la alcaldesa rompiera en llanto, incapaz de responder ante la avalancha de reproches y críticas que le acusaban de abandono.

El testimonio más estremecedor llegó de una madre que confesó haber tenido que robar para alimentar a sus hijos. "He sido de las mamás que han ido a robar al supermercado para dar de comer a sus hijos. No estoy contenta, no me siento viva", declaró, dejando sin palabras a los presentes y evidenciando la magnitud de la crisis que atraviesa la localidad.

Los vecinos de Paiporta continúan viviendo entre el lodo, sin acceso adecuado a servicios básicos y con un sentimiento generalizado de desamparo. Mientras tanto, las administraciones locales siguen sin ofrecer respuestas claras, agravando la sensación de abandono de una comunidad que lucha por volver a la normalidad.