Tras la dimisión de Juan Lobato como secretario general del PSOE en Madrid, la política española vive días de máxima tensión. Su decisión llega en medio de una trama marcada por la filtración de un mensaje que implicaría a González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, en un supuesto fraude de 350.000 euros a Hacienda. Este viernes, Lobato deberá presentar unas actas que podrían desvelar la identidad del responsable real de estas filtraciones, un hecho que ha generado enorme expectación política. En 'La Mirada Crítica', el ex secretario general del PSOE madrileño, Tomás Gómez, ha ofrecido su perspectiva sobre la situación del partido y del gobierno de Pedro Sánchez. Gómez, conocedor cercano del actual presidente, ha lanzado duras críticas y ha pedido una reflexión sobre el futuro del PSOE.
Gómez ha comenzado planteando un interrogante clave: "Un gobierno que no gana las elecciones, que se sostiene con un acuerdo imposible, que tiene dificultades parlamentarias, problemas judiciales, que se doblega ante las peticiones de las minorías, que parece que puede estar afectado por corrupción y cuya práctica política es, como mínimo, poco ética... ¿Merece la pena seguir así? ¿No es mejor que se convoquen elecciones, haya baraja nueva y los ciudadanos opinen?".
El exlíder socialista ha subrayado que, aunque sigue siendo "socialista hasta la médula", no reconoce en el actual gobierno ni en el PSOE los valores de la socialdemocracia. "Conozco a Pedro Sánchez desde hace más de 30 años. Ocupó mi cargo en las Juventudes Socialistas cuando me retiré por edad. Tuvimos algunas discusiones porque yo quería otros secretarios generales, pero no era nada personal. Aprendí mucho en política, pero no volvería por nada del mundo. Lo que no puedo hacer es quedarme con los brazos cruzados cuando veo que se está rompiendo la idea de mi país", ha afirmado.
En cuanto a por qué, a pesar de las malas prácticas que denuncia, b, Gómez ha señalado directamente a la maquinaria interna del partido: "Aquí se ha empleado a fondo Pedro Sánchez, y también la maquinaria de Ferraz. Hay mucho clientelismo, mucha gente que depende económicamente de puestos que se nombran y cesan desde allí", ha asegurado. Esta acusación de clientelismo no solo pone de manifiesto las dinámicas internas del partido, sino que refuerza las críticas hacia un sistema que, según Gómez, limita la capacidad de los dirigentes para alzar la voz frente al liderazgo de Sánchez.
La dimisión de Lobato no solo ha sido interpretada como un acto de deslealtad por parte del PSOE, sino como un desafío a las directrices del Ejecutivo. Según Gómez, Lobato "se ha encontrado, seguramente de la noche a la mañana, con un liderazgo no muy sólido. No le han dado oportunidad de consolidarse, se ha visto solo y no dejan de machacarle. Ha decidido no dejar que le despedacen".
Gómez ha concluido su intervención haciendo un llamado a la reflexión dentro del PSOE: "Yo con Lobato no hablo porque estoy lejos de todo esto, pero no me gusta cómo están las cosas. Me gustaría que los dirigentes del partido hagan una reflexión: no pueden seguir con este seguidismo de lo que diga el súper líder, haga lo que haga y diga lo que diga. A Sánchez no le queda mucho tiempo, y mañana pueden ser ellos los apedreados. Que piensen en el futuro del país y en el futuro del partido", ha advertido.
La crisis desatada por la dimisión de Lobato y las críticas a la gestión de Sánchez no solo afectan al PSOE, sino que también tienen implicaciones más amplias para la política española. El enfrentamiento interno, sumado a las tensiones judiciales y parlamentarias, plantea un escenario incierto para el partido y su liderazgo. Con la presentación de las actas previstas para este viernes, se espera que surjan nuevas revelaciones que podrían intensificar aún más esta tormenta política.