La alcaldesa de Burgos por el PP, Cristina Ayala, ha sufrido la retirada de confianza por parte del pleno del Ayuntamiento, después de que los concejales del PSOE y Vox votaran en contra de la cuestión de confianza vinculada a la aprobación del presupuesto de 2025. Este rechazo se produce tras la ruptura del gobierno de coalición con Vox.

Los cuatro ediles de Vox, que hasta la semana pasada formaban parte del equipo de gobierno, y los doce concejales del PSOE han decidido no respaldar a Ayala. A pesar de esta derrota política, la alcaldesa continuará en su cargo y gobernará en minoría, ya que los socialistas han descartado presentar una moción de censura, que requeriría un pacto con Vox.

Cristina Ayala ha insistido en que es un derecho y una obligación del alcalde intentar aprobar el presupuesto, que fue rechazado en el pleno municipal del pasado viernes con los votos en contra del PSOE y Vox. El rechazo se produjo tras la recuperación de las ayudas ONG que atienden a migrantes, una medida que había pactado Vox para su retirada.

"Lo que pretendo, no es muy alocado, es aprobar el presupuesto y no condicionarlo a ninguna de las exigencias de entrada que tienen Vox y PSOE", ha explicado Ayala. Aunque gobernando en minoría tras la ruptura con Vox, la regidora se ha mostrado dispuesta a negociar con ambas formaciones en esta nueva etapa.

En cuanto a su futuro político, Ayala ha subrayado que no cederá a presiones: "Nada de chantaje, iremos proyecto a proyecto". Además, ha defendido la cuestión de confianza que sometió a votación, poniendo su cargo a disposición del resto de partidos y abriendo la puerta a una posible moción de censura, que podría llevar a un cambio de gobierno.

El portavoz del PSOE y excalcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, ha acusado a Cristina Ayala de haberse "ganado a pulso" la retirada de confianza del pleno debido a su "prepotencia, arrogancia e incapacidad de diálogo". De la Rosa también ha señalado que la alcaldesa ha despreciado y ha humillado al PSOE, rechazando todas las propuestas de colaboración, incluida la última para aprobar el presupuesto en el pleno del viernes.

El socialista le ha pedido a Ayala que demuestre "una mínima altura política, asuma su fracaso y dé paso al siguiente", que dimita, además de indicar que su oposición será inflexible. No obstante, ha dejado abierta la puerta a llegar a acuerdos, aunque ha instado al PP a aislar a la extrema derecha y dejar de "jugar a dos bandas".

Por su parte, Vox hará una oposición constructiva, pero también dura y contundente, según ha informado su portavoz, Fernando Martínez-Acitores, quien ha asegurado que su partido se va a la oposición con la satisfacción del deber cumplido, y priorizarán los intereses de la ciudad y de los ciudadanos.

La pérdida de confianza en Cristina Ayala abre un plazo de un mes para la presentación de una moción de censura, aunque tanto PSOE como Vox han avanzado que no impulsarán dicha moción, ya que requiere un acuerdo entre ambas formaciones, lo cual no ocurrirá.

Ante esta situación, la alcaldesa ha solicitado a los partidos que remitan por escrito su decisión de no presentar la moción de censura, para evitar que el plazo de un mes se agote. De esta manera, Ayala espera poder centrarse en la aprobación del presupuesto, siempre que se cuente con el informe favorable del secretario municipal.

En este contexto, Ayala ha estructurado su gobierno en solitario en cuatro áreas principales tras la ruptura con Vox. Desarrollo Urbano, Movilidad y Sostenibilidad, que dirigirá el edil Juan Manuel Manso, que asume además los cargos de vicealcalde -en manos de Vox hasta el viernes- y primer teniente de alcalde.

Andrea Ballesteros, portavoz del equipo de Gobierno, liderará el área de Promoción y Marca de Ciudad. Milagros del Campo se encargará de Ciudadanía, Participación y Buen Gobierno, mientras que el edil de Hacienda asumirá la dirección de Gestión Pública y Seguridad.

Esta reorganización implica que algunas concejales asuman mayores responsabilidades de las que tenían hasta ahora. Por ello, Ayala planteará al pleno la aprobación de una nueva dedicación exclusiva, que se añadiría a las asignadas a la alcaldesa, Ángel Manzanedo, Andrea Ballesteros y la parcial del 75% de César Barriada.

Con la ruptura del acuerdo con Vox, la dedicación del vicealcalde se queda en la formación de Santiago Abascal, y Ayala ha llamado la atención sobre el hecho de que, si no se incrementa el número en el equipo de Gobierno, tendrá más dedicaciones exclusivas la oposición que los que gobiernan.

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