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Todavía hoy siguen apareciendo, ocultas en las profundidades del mar, bombas de la Guerra Civil. Por eso, la unidad de buzos de la Armada se encarga de explosionarlas bajo el agua después de ser rastreadas por la Guardia Civil. Hoy Informativos Telecinco los ha acompañado en Gijón.
Juan Tejón y Noemí Bautista, periodistas de Informativos Telecinco, han acudido a ver cómo la Armada desactiva en el fondo del mar cuatro obuses de la época de la Guerra Civil. Manuel Ramos, de la unidad de buceo de la Armada en Ferrol, asegura que su forma de trabajar es tratar de desactivar uno a uno los explosivos para evitar que si alguno de ellos falla no tener que "volver a bajar".
Solo hará falta detonar dos de los cuatro artefactos y con la intención de no dañar el fondo marino. Óscar Labora, otro buzo de la Armada, compara su trabajo con el de un cirujano. El profesional explica que ellos meten unas pequeñas cargas explosivas para que hagan un efecto suficiente y que "se abra y se haga seguro".
Antes de esto, los militares tendrán que sumergirse con una indumentaria especial para la ocasión. Se trata de un traje que apenas produce burbujas (conocidos como re-breathers) debajo del agua y además es amagnético. Esta segunda condición hace que al acercarse a un explosivo sea un traje mucho más seguro.
Cuando llega el momento en el que los buzos eliminan una bomba se grita "fuego" para que todos los que se encuentran alrededor estén alerta. Aunque la explosión apenas genera unas burbujas, los obuses cuentan con capacidad para hacer daño. Algunos explosivoa mantienen el detonador intacto.
Es posible que estos obuses fueran arrojados por la Legión Cóndor, la división alemana que bombardeó Gijón durante la Guerra Civil.
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