¿Cómo se regula en España el papel de las primeras damas en la política?
En España, el papel de primera dama se asigna a la reina Letizia
No existe una norrma que regule el papel de las parejas de quien ocupe la presidencia del Gobierno
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La denuncia contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su labor profesional ha recuperado una vieja polémica en nuestro país por la falta de regulación del papel de las parejas de los políticos en el ejercicio del poder.
El debate está en que establecer si la pareja de un cargo público, en este caso de un presidente del gobierno, puede tener una vida profesional en la que entren en juego fondos públicos o no debería tenerla. Hay países en los que todo esto está regulado, pero no es el caso de nuestro país.
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En España no existe una regulación sobre las funciones profesionales de las parejas de los altos cargos
Tradicionalmente en España, las mujeres de los presidentes han tenido que buscar su lugar porque es la reina la que ocupa el papel de primera dama en España. Si queremos que sea alguien sin ningún tipo de actividad profesional, eso implicará, por supuesto, que tenga una serie de retribuciones y que tenga un papel.
La esposa de Felipe González, Carmen Romero, no abandonó su trabajo como profesora cuando se mudó al Palacio de la Moncloa. Afiliada al PSOE desde muy joven, acabó como diputada en el Congreso. La política también absorbió a la mujer de José María Aznar en su segunda legislatura y de mujer del presidente pasó a ser alcaldesa de Madrid. Un perfil muy diferente al de su sucesora, Sonsoles Espinosa, esposa de José Luis Rodríguez Zapatero que se negó a dejar su carrera de soprano y profesora de canto.
Los expertos aseguran que no es incompatible ser esposa de un presidente del Gobierno y, al mismo tiempo mantener una actividad profesional, pero creen que es necesario establecer límites a este desempeño en la vida privada.
Hay que tener en cuenta de que se trata de personajes públicos que han de moverse en un perímetro de seguridad, sabiendo lo que puede hacer y lo que no puede hacer.
La mujer de Mariano Rajoy, Elvira Fernández, aparcó voluntariamente su trabajo para acompañar a su marido a la Moncloa, un papel muy diferente al de Begoña Gómez cuyos negocios abren el debate sobre si la pareja de un presidente debe renunciar a su carrera o si urge una ley que limite su actividad.
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