La reina emérita Sofía ha abandonado la tarde del sábado la Clínica Ruber de Madrid tras recibir el alta hospitalaria. Allí, estaba ingresada desde el martes por una infección en el tracto urinario. Antes de emprender su camino de vuelta a casa, el coche en el que viajaba se ha detenido ante los medios de comunicación y ha declarado estar "nueva", según las primeras imágenes emitidas por el programa 'Fiesta'.
A preguntas de los periodistas, ha dicho encontrarse "fenomenal", "nueva", contenta con el trato recibido en la clínica y con ganas de volver a casa. Además, ha dado repetidamente las gracias a los profesionales que han estado trabajando este tiempo.
La noticia del ingreso de la reina emérita fue una sorpresa para todos ya que solo tres días antes doña Sofía había sido vista yendo al banquete de la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y Teresa Urquijo en perfecto estado. Dos días después, acudía al funeral de su sobrino Fernando Gómez de Acebo. Además, a sus 85 años, goza de una buena salud. Se mantiene activa en sus responsabilidades, tiene una cinta para andar en su habitación de la Zarzuela y su alimentación es prácticamente vegetariana.
No obstante, desde el primer momento, Casa Real informó sobre la causa que había llevado al ingreso de la reina emérita el martes por la noche y añadió que su evolución estaba siendo "muy rápida y favorable". Aun así, doña Sofía ha estado varios días ingresada. Durante este tiempo, ha recibido las visitas de su hija, la infanta Elena, de los reyes, Felipe VI y Letizia, y de su hermana Irene de Grecia.
"Está bien, está bien. Lo mismo que ayer. Tiene muchas ganas de salir. No lo sé exactamente. Con calma", dijo el viernes Felipe VI en su tercera visita a su madre desde que fuese ingresada. Un día después ha recibido el alta.
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