Javier Gómez Bermúdez, el juez que sentenció el 11M: "Las teorías de la conspiración son muy difíciles de combatir"
Javier Gómez Bermúdez asegura que "hubo determinadas teorías que eran mentiras descaradas"
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Los atentados terroristas del 11M en Madrid tienen una verdad oficial y juzgada, pero también la sombra demencial de la conocida como teoría de la conspiración que algunos medios y periodistas españoles siguen manteniendo. Frente a esa historia de manipulación, mentiras y delirios, la sentencia del tribunal que dirigía Javier Gómez Bermúdez arrojó luz a unos hechos terribles que repasamos con el magistrado en una entrevista de Julio Muley en Informativos Telecinco.
Pregunta.- ¿Como juez, cómo se enfrentó al juicio penal más importante de las últimas decadas en Espeña?
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Respuesta.- Ahí no tienes ningún sentimiento. Ahí te aíslas. Lo que sí te planteas cuando acabas, cuando dictas sentencia, es las barbaridades que puede hacer un ser humano. No es concebible si lo piensas un poco con tranquilidad, a quién se le ocurre matar a 191 personas en unos trenes que iban llenos de estudiantes y trabajadores.
P.- Veinte años despues de aquellos atentados y 17 del juicio Gómez Bermúdez vuelve a la sependencias donde tuvo lugar el poceso. ¿Qué siente al regresar a este lugarahora convertido en dependencias municipales?
R.- Me siento raro raro. No volvía desde hace 17 años. Me pregunta cuál e sla primera palabra que me viene a la cabeza y esta es Justicia.
P.- La sentencia de 11M supuso un antes y un después a todas las treorías oscuras de lo que había paado aquel 11M
R.- Las teorías de la conspiración son muy difíciles de combatir -algunas fueron bastante groseras- y además mentirosas todas porque una cosa es equivocarte y otra es mentir aposta y hubo determinadas teorías que eran mentiras descaradas.
P.- Nada para abonar esas teorías como los errores en materia de seguridad
R.- Estabamos todos centrados en que ETA no la montara en las elecciones, porque ETA tres meses antes puso 50 kilos de dinamita en el tren Irún-Madrid. Aquí se junta, como decimos en Andalucía, el hambre con las ganas de comer. El tráfico de explosivos en aquella época en Asturias era habitual, pero a pequeña escala, para demoliciones hasta para la pesca. Si sumas todos estos pequeños errores es lo que da por la influencia negativa de los acontecimientos lo que provoca el atentado.
P.- ¿Veinte años después hay algo que tenga claro?
R.- Hay límites en el ejercicio de la profesión, yo no creo que hubiera defendido a nadie.
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