La soldado trans Francisco Javier L.G denuncia que el Ejército la discrimina, porque no le permite usar los baños femeninos

La soldado transgénero, Francisco Javier L. G., que se declaró mujer acogiéndose a la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, lleva tiempo reivindicando su derecho a no ser discriminado. Ahora ha presentado una denuncia contra la autoridad militar por restringirle el uso de los servicios para mujeres en el cuartel de Sevilla.

Su abogado, José Antonio Sires, ha explicado a EFE que la denuncia es el primer paso en el proceso que ha iniciado para que la autoridad militar competente rectifique en las medidas adoptadas, "según ellos provisionales", de limitar a ciertas horas el acceso a los baños de mujeres a su cliente.

El letrado considera que se están vulnerando los derechos de la soldado, que en apariencia sigue siendo un hombre y que ha asegurado su preferencia sexual por las mujeres al considerarse lesbiana. Sires sustenta su denuncia en base a la conocida como 'ley trans', que establece "el mandato normativo de prohibición en el ámbito laboral de cualquier forma de discriminación en las condiciones de trabajo", y sostiene que limitar el acceso a las instalaciones del acuartelamiento, "es vulnerar las garantías de igualdad de trato".

El Ejército le ha ofrecido a la soldado un espacio de oficiales compartido por turnos con otras mujeres del mismo acuartelamiento. 

Al abogado de Francisco Javier L.G le parece "sorprendente" que se le cite a una reunión con sus mandos a la que asiste un asesor jurídico del Ejército para brindarle asesoramiento jurídico, cuando "la citada ley establece claramente que serán las administraciones públicas las que prestarán ese asesoramiento", y "nada dice de que se asista jurídicamente por parte del mismo ejército".

"A riesgo de subrayar lo evidente, el asesor jurídico actúa de parte y para nada es imparcial", ha apostillado el abogado, que ha subrayado que su cliente solo pretende "que se le de igualdad de trato que al resto de mujeres del acuartelamiento".

Francisco mantiene su nombre masculino, no se ha operado, y se declaró mujer acogiéndose a la ley trans.

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