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La Audiencia Nacional ha condenado este martes 13 de febrero a dos individuos que lideraban un grupo yihadista en las cárceles españolas, a siete años y seis meses de prisión. Mohamed El Gharbi y Karim Abdeselam Mohamed han sido declarados culpables de delitos de captación y adoctrinamiento terrorista, con el agravante de reincidencia.
Los dos condenados, que ya se habían sentado en el banquillo en 2022 por llevar a cabo actividades terroristas entre 2014 y 2019, se dedicaron a agrupar a los presos por delitos de terrorismo. Según la sentencia, su finalidad era mantenerlos fieles al ideario yihadista, formando “un grupo compacto que lucharía en favor del terrorismo islámico en cualquier forma y lugar tanto dentro como fuera de prisión.”
Además de la pena de prisión, el tribunal les ha impuesto una multa de 1.800 euros y la medida de libertad vigilada por diez años. Por otra parte, la resolución ha absuelto a Abdelah A.A., tercer procesado en este caso, así como a estos dos condenados por el delito de colaboración con organización terrorista, rechazando las acusaciones de la Fiscalía y las asociaciones Víctimas del Terrorismo y 11M Afectados por el Terrorismo.
Este caso ya se había juzgado en julio de 2022, cuando los tres procesados, junto con Abderrahmane T., fueron exonerados. No obstante, después de un recurso de la Fiscalía, la Sala de Apelación de la Audiencia mandó repetir el juicio, que acabó con la condena de El Gharbi y Abdeselam Mohamed.
La sentencia resalta que, durante su estancia en prisión, los condenados trataron de reforzar la ideología yihadista entre los reclusos, animándolos a permanecer firmes y unidos. Empleaban la correspondencia mediante cartas con banderas y emblemas de la organización terrorista Dáesh, con el propósito de crear un “frente de cárceles.”
Asimismo, se descubrió que Mohamed El Gharbi fue arrestado en 2014 en Bulgaria cuando trataba de llegar a Turquía para unirse a Dáesh en Siria como combatiente. Tras su extradición a España, entró en prisión a comienzos de 2015 para cumplir una condena anterior por integración en organización terrorista.
El tribunal recalca que los condenados también intentaron radicalizar y captar a nuevos seguidores mediante la elaboración y difusión de mensajes y consignas relacionados con los postulados de Dáesh. El Gharbi llegó incluso a agredir a otro recluso en el patio de la cárcel de Castellón por no acatar sus órdenes.
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