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La Policía ha evitado un grave atentado con la detención de un menor el pasado domingo en el municipio sevillano de Montellano. La Audiencia Nacional ha ordenado hoy su internamiento durante seis meses en un centro de menores acusado de terrorismo y tenencia de explosivos.
Los agentes seguían su pista desde el pasado mes de noviembre y, tras el registro de su domicilio, han podido comprobar que preparaba una bomba con metralla.
El domicilio registrado tenía en su interior todos los elementos para llevar a cabo un ataque terrorista. Más allá de los manuales, más allá de la propaganda y de la bandera de DAESH enmarcada que encontraron: los agentes incautaron una gran cantidad de precursores de explosivos durante este registro. Incluso una bomba ya ensamblada con metralla a la que solo le faltaba el explosivo que la detonase.
La situación estaba muy avanzada y la detención del joven de 17 años se precipitó cuando fue a las afueras del pueblo a practicar detonaciones. Queda pendiente aclarar el papel de la madre, que declarará este miércoles: el auto del juez revela que fue ella quien compró acetona a instancias de su hijo.
Los investigadores trazan un perfil del detenido en el que también señalan que había asumido el papel de yihadista virtual. Internet de nuevo en el centro, lo que tiene diferentes derivadas.
Manuel R. Torres, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, explica: "También las vulnerabilidades que genera esa actividad porque Internet no solo aporta ventajas para este tipo de individuos, sino que también pone en riesgo su propio anonimato, va dejando una serie de rastros que pueden ser investigados y perseguidos"
Las fuerzas de seguridad se ayudan de herramientas como la Inteligencia Artificial para combatir el yihadismo a través de la red.
La Audiencia Nacional ha acordado este martes internar seis meses al joven detenido al que la Fiscalía atribuye los delitos de integración terrorista por su pertenencia a Estado Islámico, adoctrinamiento y tenencia de explosivos, y que se encontraría "altamente radicalizado".
En un auto, el juez de Menores José Luis de Castro accede a lo solicitado por la Fiscalía, que este mismo martes ha pedido el internamiento del menor para evitar que se sustraiga de la acción de la Justicia. La Fiscalía, en concreto, asegura que existe "un riesgo de fuga evidente dada la gravedad de los hechos y la pena que llevan aparejados".
El magistrado hace suyos los argumentos del Ministerio Público y expone que esos delitos de "enorme gravedad" justifican su internamiento en un régimen cerrado. Así, el auto incluye todos los indicios sólidos que acreditan que el menor de edad se habría hecho con diversas sustancias para elaborar explosivos, así como con manuales para su fabricación.
La resolución también hace referencia a sus pronunciamientos de adhesión al Estado Islámico así como la exhibición en su propio teléfono móvil de diverso material yihadista. También detalla que este joven se encuentra "altamente radicalizado", está obsesionado con la temática militar, tiene ropa de camuflaje y es tremendamente homófobo y antisemita.
El juez recoge asimismo un informe del Grupo de Desactivación de Explosivos de la Policía que evalúa las sustancias incautadas y que concluye que son consideradas como precursores de explosivos.
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