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La investigación de la trama rusa, la que apunta a un delito de traición, encierra una clave que desvela hoy Informativos Telecinco sobre el espionaje a Pere Aragonès. Fuente cercanas al CNI confirman que una gira de Aragonés para recaudar fondos para una hipotética república catalana fue el detonante para que el juez autorizase el pinchazo telefónico del entonces vicepresidente.
El juez de Barcelona que investiga esos contactos del independentismo con la Rusia de Putin pone el foco en un aspecto concreto que se produjo justo antes de la declaración de independencia.
El juez Joaquín Aguirre no sólo señaló a Carles Puigdemont y sus colaboradores. Un año antes, en 2016, situaba también al actual presidente de la Generalitat en esa búsqueda de apoyos internacionales para esa futura república catalana. La misión de Aragonés, según el magistrado, fue reunirse en diversos viajes por Europa con representantes de entidades de calificación de deuda y entidades financieras para obtener financiación en caso de declarar la independencia.
Apuntaba el juez en su investigación a Pere Aragonés como uno de los líderes independentistas que diseñaban para ese hipotético estado catalán su propio Banco central. El fin, apunta el juez, garantizar la soberanía monetaria y financiera de un eventual estado independiente.
Unas actuaciones, las del entonces vicepresidente catalán, que lo convirtieron, según fuentes cercanas al Centro Nacional de Inteligencia, en objeto de investigación por parte del CNI, que llegó a pinchar su teléfono móvil entre 2018 y 2020.
Los argumentos de la Inteligencia española para estar intervenciones telefónicas se engloban en la prevención de las agresiones contra la independencia o integridad territorial de España.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), ha acusado al CNI de usar "mentiras" e "inventar falsedades" para justificar su espionaje a través de Pegasus, por lo que se ha comprometido a "llegar hasta el final" en lo que ha considerado "la segunda parte de la Operación Cataluña".
Días antes de de la declaración de independencia en Cataluña se produjo un encuentro de suma importancia en la residencia oficial de Carles Puigdemont. El entonces presidente autonómico estuvo reunido ese día en la mesa con tres de sus estrechos colaboradores, entre ellos Elsa Artadi y un polémico empresario que actuó de intérprete con los rusos. Dos emisarios de Putin que supuestamente le ofrecieron ayuda económica y militar para una república catalana.
La segunda reunión tuvo lugar en la Casa dels Canonges, residencia del President de la Generalitat, en la que en presencia de Puigdemont estaban una persona que hablaba ruso, otra persona que hablaba ruso y catalán, Víctor Terradellas. y ella misma. Elsa Artadi concretó que esta reunión duró apenas 5 minutos y que pudo ser el 26 de octubre de 2017, aunque dijo "no recordar exactamente" la fecha.
Del· examen de los chats contenidos en el teléfono de Terradellas. se desprende indiciariamente que los ciudadanos rusos que se reunieron con el investigado Terradellas y Elsa Artadi podrían ser unos individuos a los cuales Terradellas. llamaba N. Nikolay Sadovnikov y S.Sergey Motin y al catalán como Jordi Sardà Bonvelt.
Según T. el resultado de las conversaciones del presidente de la Generalitat de Catalunya, P., con N., S. y S. en presencia de A., en su residencia oficial de la Casa deis Canonges, fue que P. les pidió que continuaran las conversaciones con los rusos.
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