Este 2023 ha sido el año de Leonor. Con su jura de la Constitución como hito clave, son ya unos cuantos los actos en los que la heredera al trono ha sido protagonista desde que cumplió la mayoría de edad. Recordemos su reciente presencia en la apertura de la legislatura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. O sus anteriores roles en la última edición de los Premios Princesa de Asturias o en el desfile de la Fiesta Nacional. Un salto institucional que coincide en tiempos con un reto todavía mayor: decidir cuál será su futuro una vez finalice su formación militar.
Su paso por el Ejército era algo que estaba escrito. Así lo reflejaba el real decreto que regula la carrera de Leonor que aprobó el Consejo de Ministros poco antes de que el pasado mes de agosto ingresase en la Academia General de Zaragoza. Desde entonces, el país ha ido siendo testigo de los avances militares de la princesa, que ya ha ascendido a la categoría de dama-cadete. Esta incursión en el Ejército de Tierra es la primera parada dentro de un programa a medida, de menor duración que el del resto de compañeros, que le permitirá comprimir su adiestramiento en un periodo máximo de tres años.
Una vez finalice este curso académico del que ya ha superado el ecuador, el de 2024-25 lo iniciará como guardamarina en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra. Entre sus múltiples aprendizajes, la princesa tendrá que pasar una temporada en un crucero de instrucción en el histórico buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Será tras concluir esta formación en la academia de Mar gallega cuando afronte el final de su aprendizaje militar, esta vez en Murcia. La Academia General del Aire de San Jaime la recibirá tras el periodo estival de 2025 como una alférez-alumna más, cerrando así una etapa clave en la trayectoria institucional de la primogénita de los reyes de España.
Esta carrera militar no impedirá que veamos a la joven acompañando a sus padres en citas importantes. Basta con comprobar cómo ha compaginado este tipo de compromisos con su formación en Zaragoza para entender cómo gestionará los próximos dos años y medio. De hecho, en más de una ocasión estos dos mundos se fusionarán, como cuando vistió de dama-cadete en el Día de la Hispanidad, un atuendo que repetirá este sábado en su primera vez en la Pascua Militar.
Al igual que sucedió con Felipe VI, a estos tres años en el Ejército le seguirán un grado y un postgrado universitario. Hasta este verano, se desconocía si la princesa variaría el orden de los factores y postergaría su formación castrense. Sin embargo, tal y como expresó Margarita Robles el día que anunció los planes de Leonor, el deseo del rey era que la entrada de su primogénita en la Academia de Tierra "se hiciera de la manera más rápida posible". Tanta para él como para la reina Letizia, esto conlleva un aprendizaje "muy conveniente y valioso" para su hija que "refuerza las capacidades de servicio y entrega y facilita los cometidos de representación que deberá asumir" en su futuro como reina.
Según se acerque la fecha de fin, cuando las tres academias acuerden que Leonor cuenta con "un conocimiento directo y profundo de los ejércitos" tras someterse a "un itinerario específico y ajustado” a las tareas que desempeñará como capitana general de los mismos, tocará tomar una decisión. ¿Qué carrera cursará? Su padre optó por estudiar Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Y parece que, según las informaciones que maneja El País Semanal, su heredera tomará un camino similar: el grado que elija "tendrá el Derecho como columna vertebral".
Si echamos la vista atrás y rescatamos el itinerario formativo de su paso por el UWC Atlantic College, el internado de Gales en el que hizo Bachillerato y en el que hoy se encuentra su hermana, la infanta Sofía, es probable que con su postgrado profundice en los problemas reales que afrontará el mundo cuando ella ostente la corona.
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