La Policía Nacional ha detenido a cinco personas en las provincias de Valencia, Cáceres, Alicante y Guipúzcoa por integración y colaboración con Dáesh, en una operación internacional que, tras más de dos años de pesquisas, supone la desarticulación de parte de los canales de infraestructura de la organización yihadista en Europa, Oriente Medio y el Magreb.
Cuatro de los cinco detenidos han ingresado en prisión por orden de la Audiencia Nacional, según ha informado este sábado la Policía Nacional, que detalla en un comunicado que estos arrestos son fruto de la segunda fase de la Operación Miya de 2021, que ha contado con la colaboración de Servicios de Inteligencia y Seguridad de doce países, entre ellos de Marruecos, Argelia, Mauritania, EEUU o Suiza, además de Europol y, en España, el CNI.
En aquella primera fase, los investigadores detectaron que una persona de origen magrebí residente en España estaba en contacto con un yihadista que había entrado en Europa atravesando la denominada ruta de los Balcanes.
El objetivo de ese radical era llegar a Francia para cometer un atentado, a lo que el investigado en España le ofrecía su colaboración.
Los especialistas en contraterrorismo yihadista de la Comisaría General de Información localizaron en Suiza al hombre que pretendía atentar en Francia. Fue detenido de inmediato, así como el de su colaborador en España en marzo de 2022.
Además, fueron arrestados en ese momento otros seis personas en Europa y el Magreb, elevando a ocho el total de detenidos. El arrestado en nuestro país fue condenado por delitos de terrorismo a dos años de prisión, saliendo en libertad a mediados de 2023.
Esta fase destapó que los dos detenidos principales formaban parte de una red internacional de apoyo a Dáesh que estaba establecida en tres continentes y con ramificaciones en Afganistán, Oriente Medio, Sahel, Magreb y Europa.
Sus miembros se dedicaban presuntamente a la obtención de fondos provenientes de la comisión de delitos en Europa para financiar sus actividades terroristas.
Movían grandes cantidades de dinero a través de envíos internacionales y criptomonedas, lográndose en los registros la incautación de criptos por valor de casi 200.000 euros.
Asimismo, algunos miembros de la red intentaban adoctrinar a nuevos adeptos en el credo yihadista y apoyarles en el caso de que mostraran sus deseos de llevar a cabo atentados terroristas.
De hecho, esta red está detrás del apoyo en al menos dos atentados que finalmente fueron neutralizados por la acción de los servicios de seguridad.
Según detalla la Policía, uno de los detenidos en España había sufrido una fuerte radicalización en los últimos meses, significándose que en las últimas semanas mostraba sus deseos de llevar a cabo un atentado, circunstancia que precipitó la explotación de esta operación.
Durante el registro de su domicilio se encontró munición de arma corta y un hacha. A los detenidos también se les han intervenido manuales para la confección de explosivos, manuales de adoctrinamiento a menores y propaganda yihadista.
La Comisaría General de Información ha llevado a cabo en lo que va de año 22 operaciones en las que se ha detenido a 54 presuntos yihadistas, 36 de ellos en nueve operaciones ejecutadas en los dos últimos meses.
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