Rodrigo Rato, de nuevo en el banquillo: las claves del juicio que analiza con lupa su fortuna
El juicio contra el que fuera el súper ministro de Economía del Gobierno de Aznar, Rodrigo Rato, ha arrancado este viernes en la Audiencia Provincial de Madrid
La Fiscalía pide para Rodrigo Rato una pena de cárcel que asciende a los 70 años por 11 delitos contra la Hacienda Pública
Rato se acogió a la amnistía fiscal pero la Fiscalía le acusa de usarla para blanquear su fortuna
El juicio contra el que fuera el súper ministro de Economía del Gobierno de Aznar, Rodrigo Rato, ha arrancado este viernes en la Audiencia Provincial de Madrid y se extenderá sus sesiones hasta finales de mayo. La Fiscalía pide para él una pena de cárcel que asciende a los 70 años por 11 delitos contra la Hacienda Pública, un delito de blanqueo de capitales, otro de insolvencia punible, otro de corrupción en los negocios, y otro delito continuado de falsedad en documento oficial y mercantil en el marco de la causa sobre el presunto incremento ilícito de su patrimonio. Habría defraudado a Hacienda 8,5 millones de euros.
La defensa del exministro de Economía Rodrigo Rato ha pedido al inicio del juicio que se celebra contra él la nulidad del auto de entrada y registro de 2015, que está en el origen de la causa que se sigue contra él por un supuesto incremento ilícito de su patrimonio, porque vulneró el derecho a la defensa y la inviolabilidad del domicilio, el secreto de las comunicaciones y el secreto profesional.
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Tras la exposición de cuestiones previas de la fiscal, que se ha limitado a aportar una serie de documentación, en el turno de la defensa de Rato, ésta ha sostenido que los dos documentos en los que se apoyó el instructor para dar luz verde a ese auto, un informe de riesgos fiscales del investigado "genérico" realizado por la Agencia Tributaria y la denuncia de Fiscalía, no eran suficientes. Sobre el primero, ha explicado que se trataba de una "exposición muy amplia" que incluía "actuaciones vagas e imprecisas, y con falta de rigor".
En cuanto a la denuncia, ha apuntado que era "mendaz" y ha puesto el foco en que los hechos expuestos en la misma eran "contradictorios y además atípicos". "El propio texto dice una cosa y la contraria en varias ocasiones y en una lectura crítica hubiese debido dar lugar a preguntas o verificaciones y no al automatismo", ha apostillado.
Al respecto, ha recordado que esa denuncia incluía el delito de alzamiento de bienes, que era "radicalmente falso" y que por tanto el propio Ministerio Público retiró. También ha combatido los delitos fiscales que se le achacan teniendo en cuenta la declaración voluntaria que el expresidente del FMI realizó. "La información tributaria que se refleja --en la denuncia de Fiscalía-- como cuotas defraudadas era irrelevante desde punto de vista penal porque se declararon voluntariamente antes de la denuncia", ha explicado.
En esta primera sesión, la jueza Ángela Acevedo ha dispensado al acusado José Manuel Fernández Norniella, quien fuera consejero delegado de Bankia, de asistir al juicio salvo en el día que deba declarar dado su "delicado estado de salud.
Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el que también fuera presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI) habría mantenido desde 1999 un patrimonio oculto a la Hacienda Pública a través de diversas sociedades con las que habría realizado continuas actividades de inversión financiera mediante cuentas bancarias en Bahamas, Suiza, Mónaco, Luxemburgo y Reino Unido, entre otros lugares.
Una fortuna no justificada de 15,6 millones de euros
El análisis de la documentación intervenida, señalaba la Fiscalía, permitió identificar incrementos patrimoniales no justificados entre 2005 y 2015 por un importe total de 15,6 millones de euros, además de rendimientos de capital mobiliario en el exterior tampoco declarados a Hacienda. A la luz de tal documentación, y según el informe de 7 de julio de 2020 efectuado por la Unidad de la AEAT adscrita a la Fiscalía Anticorrupción, concluyeron que resultaron cuotas defraudadas por importe de 7,4 millones de euros.
Rato se acogió a la amnistía pero la fiscalía le acusa de usarla para blanquear su fortuna
La Fiscalía recordaba además que Rato se acogió en noviembre de 2012 a la amnistía fiscal y apuntaba que omitió cualquier referencia a varias sociedades que poseía declarando así un patrimonio en el exterior de 115.333,50 euros y pagando a la Hacienda española 11.533,35 €.
Anticorrupción indicaba al respecto que Rato, "lejos de haber regularizado ni administrativa ni, menos aún, penalmente --su fortuna-- utilizó en realidad la declaración tributaria especial (DTE) como un vehículo de blanqueamiento o limpieza de las ilícitas cuotas defraudadas que arrastraba desde hacía años por su patrimonio exterior".
Por todos los presuntos delitos, Anticorrupción solicitaba para él una pena de 70 años de cárcel: entre 4 y 6 años por cada uno de los once delitos contra la Hacienda Pública, 6 años por el delito de blanqueo, 4 por el delito de insolvencia punible, otros 4 por el delito de corrupción en los negocios, y, finalmente, 3 por el delito de falsedad documental, además de las correspondientes penas de multa y accesorias y la indemnización a la administración tributaria por las cantidades defraudadas en cada uno de los ejercicios fiscales indicados.
En este juicio se ventilará para Rato la causa en su totalidad, dado que en 2019 la Audiencia Provincial decidió anular el procesamiento relativo a la pieza en la que se investigaba el presunto cobro de 835.000 euros en comisiones por parte del que fuera presidente del Fondo Monetario Internacional y presidente de Caja Madrid por contratar la publicidad de Bankia por su salida a Bolsa con dos agencias concretas. Por este asunto, la Fiscalía solicitaba cuatro años de prisión.
La Audiencia ordenó al titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid que acumulara todas las piezas que conforman el conocido 'caso Rato' para convertirlo en un único proceso. Los magistrados explicaron en su auto que de este modo se evitarían "pronunciamientos contradictorios" que pudieran darse si se juzgaban por separado la decena de piezas que había abiertas para esclarecer el origen del patrimonio de Rato.
En un auto fechado en septiembre de este año, al que tuvo acceso Europa Press, la Sección número 7 de esta audiencia provincial se pronunció sobre la prueba a practicar en el plenario y que fue interesada tanto por la Fiscalía como por Abogacía del Estado y los hasta 12 encausados. En este sentido, además de admitir para el Ministerio Público la declaración de los acusados y de los representantes de las mercantiles encausadas, se aprobaba una veintena de testificales y varias periciales de Hacienda y de unidades policiales especializadas.
En cuanto a la prueba propuesta por la defensa de Rato, el tribunal acordó la mayoría de las solicitudes de testificales si bien denegó que declarara el exministro Rafael Catalá dado que, aseguraba, su testimonio se proponía por supuestas manifestaciones realizadas con carácter general y que no tenían relevancia para el enjuiciamiento de los hechos presuntamente cometidos por los acusados.
Tampoco aceptó la testifical de Santiago Menéndez, quien fuera director de la Agencia Tributaria entre 2013 y 2018, y que también propuso la defensa del exministro. Lo planteó para que testificara "en relación con sus declaraciones públicas sobre las investigaciones previas a la denuncia temprana que realizaron los funcionarios que él dirigía" y que dio lugar al inicio de la causa. Cabe recordar que el Juzgado de Instrucción Número 31 de Madrid, donde se ha investigado este asunto, dictó auto de apertura de juicio oral en junio de 2021.
Las otras causas de Rato
Ya en septiembre de 2020 el que fuera vicepresidente de José María Aznar conoció la sentencia de la Audiencia Nacional que le absolvía por la salida a Bolsa en 2011 de Bankia, entidad que dirigía en esas fechas.
Previamente a conocer esa absolución, ya fue condenado por la Audiencia Nacional a cuatro años y medio por el caso de las tarjetas 'black' de la extinta Caja Madrid, una sentencia que fue confirmada en octubre de 2018 por el Tribunal Supremo y que le obligó a entrar en la prisión madrileña de Soto del Real.
La causa que se sigue en los juzgados madrileños comenzó teniendo más de una decena de piezas, la mayoría secretas, por un posible fraude a Hacienda por cuotas impagadas del IRPF. El exvicepresidente siempre ha defendido su inocencia en esta causa y ha arremetido contra la Fiscalía por creer las conclusiones "disparatadas" que hace la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en sus informes, a quien ha acusado de hacer una investigación "prospectiva".
Y así lo manifestó también la última vez que Rato compareció ante el juez instructor Antonio Serrano-Arnal el 30 de julio de 2018, cuando negó haber blanqueado y afirmó ante los medios de comunicación que todo su dinero es legal y "está perfectamente justificado y explicado" gracias a los informes periciales que ha presentado su defensa a lo largo de toda la instrucción.
En el informe de la UCO incorporado al sumario de esta causa, los investigadores sostienen que Rato se aprovechó del proceso de privatización de empresas propiedad del Estado como Repsol, Endesa o Telefónica para "colocar" en los puestos de dirección a personas de confianza y obtener "sustanciosos contratos de publicidad". El juez apuntó que dichos contratos se realizaron "por importes excesivos" y cifró en 71.902.822 euros la facturación total proveniente de las empresas privatizadas con las sociedades controladas por Rato.
El mensaje del Gobierno
La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha confiado este viernes en que el exministro de Economía Rodrigo Rato explique el origen de su fortuna, en el juicio que se ha iniciado contra él en la Audiencia Provincial de Madrid por presuntos delitos fiscales, corrupción entre particulares y blanqueo de capitales, y ha señalado que lo que está claro es que el "milagro económico" del PP terminó en la "cárcel".
Rato era "el referente y el baluarte del PP en política económica, y no solamente ya ha estado en la cárcel, sino que se enfrenta a un juicio en donde posiblemente vuelvan a pedirle años de cárcel".
"Es la manera de practicar la política que ha tenido siempre el Partido Popular", ha dicho Montero, quien ha apuntado que ni en la etapa de Pablo Casado como presidente del partido ni en la de ahora de Alberto Núñez Feijóo se ha hecho "nada al interior del partido para desterrar la corrupción".
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