Tal y como se auguaba en los corrillos de la UE, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha logrado este viernes los apoyos necesarios para ser la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), lo que pone fin al proceso político informal y permitirá pasar al procedimiento formal del BEI.
El ministro de Finanzas belga, Vincent van Peteghem, con la presidencia rotatoria del Consejo de Gobernadores del BEI, hará la propuesta al Consejo de Administración de cara a una votación final oficial después de constatar que la candidatura de Nadia Calviño es la única que reúne respaldo suficiente, .
El candidato ganador debe reunir el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 Estados miembro, cuya participación se reparte en función de su peso económico en la UE expresado en el PIB en su entrada en la Unión --España contribuye con el 9,66%-- lo que hace que resulte indispensable el apoyo de las principales potencias económicas de la UE.
Calviño, que sucederá a Werner Hoyer al frente del BEI durante los próximos seis años, se disputaba el puesto con Vestager como principal rival, pero también con la polaca Teresa Czerwinska, el italiano Daniele Franco y el sueco Thomas Östros.
Según una norma establecida en 1958 por el Consejo de Gobernadores, el presidente del BEI recibe el mismo salario mensual que el presidente de la Comisión Europea, por lo que Calviño percibirá, al igual que Ursula von der Leyen, en torno a 375.000 euros anuales, lo que supone un suelo de más de 30.000 euros al mes.