Nacho Álvarez renuncia a ser ministro y deja sus cargos en Podemos: "La actual dirección ha perdido la confianza en mí"
Nacho Álvarez ha anunciado que renuncia a ser ministro, como había propuesto Sumar
"En mi cultura política no es concebible aceptar un cargo al margen de la organización de la que uno forma parte"
Belarra acusa a PSOE y Sumar de "estrategia mediática para echar del Gobierno a Podemos" y reclama Igualdad
El secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, ha anunciado este viernes que renuncia a ser ministro, como había propuesto Sumar, y que dimite de todos sus cargos en Podemos: "Es evidente que la actual dirección de Podemos ha perdido la confianza que depositó en mí cuando me nombró miembro de la Ejecutiva", ha sostenido.
"En mi cultura política no es concebible aceptar un cargo al margen de la organización de la que uno forma parte", ha explicado en una carta a la militancia de Podemos en redes sociales.
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Belarra muestra su tristeza
La líder de Podemos, Ione Belarra, ha expresado su "enorme tristeza" tras conocer que el hasta hoy secretario de Economía Nacho Álvarez deja sus cargos en la formación y recrimina que su partido no se merece las "estratagemas" de Sumar. "Ponen a nuestra gente a los pies de los caballos".
Así lo ha trasladado a través de un mensaje en la red social 'X' tras conocer que Álvarez abandona el partido, al apreciar que ha perdido la confianza de la dirección de Podemos y renuncia a ser ministro, a tenor de la respuesta del partido a la oferta de este viernes planteada por la líder de Sumar, Yolanda Díaz.
Concretamente, la vicepresidenta segunda en funciones ha mandado un documento a la cúpula del partido donde planteaba que Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, entrara en el Gobierno por la cuota de Podemos y que la formación se comprometiese a cesar los "ataques e insultos".
La respuesta de Belarra ha sido criticar el planteamiento de Díaz, que veía una estrategia de Díaz y el presidente en funciones, Pedro Sánchez, para "justificar que les echan" del Gobierno de coalición más que una propuesta e insistía en que, como el resto de formaciones, "los ministros de Podemos los elige Podemos". Así, implícitamente reafirma que su elección es la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y la cartera de Igualdad.
Mediante su mensaje en redes, Belarra ha agradecido a Álvarez su "valía personal y profesional", para luego arremeter contra Sumar. "Podemos no se merece estas estratagemas que ponen a nuestra gente a los pies de los caballos", ha apostillado en un nuevo choque entre Podemos y Sumar que eleva la tensión entre ambas formaciones.
Tercera renuncia en la Ejecutiva de Podemos desde septiembre
La dimisión de Álvarez supone la tercera renuncia en la Ejecutiva de Podemos desde septiembre, dado que antes dejaron el órgano Sofía Castañón (que era secretaria de Cultura) y Alejandra Jacinto (que fue responsable de vivienda).
La posición era delicada dado que el secretario de Estado de Derechos Sociales era una apuesta de Díaz como ministro por la parte de Podemos, además de haber liderado antes el equipo negociador de Sumar para el acuerdo programático de coalición con Sumar, además de ejercer de portavoz económico de la coalición en campaña. Su perfil ha sonado durante esta semana como opción para el departamento de Derechos Sociales, que hasta la fecha ha dirigido Belarra.
Y esta tarde sectores de la confluencia apuntaban que Álvarez no iba a entrar en el ejecutivo si la dirección de su partido no lo avalaba.
Sin embargo, Podemos lleva reclamando que Montero es su opción para estar presente en el Gobierno y la propia Belarra denunció ayer que tanto Díaz como el presidente en funciones, Pedro Sánchez, pretende vetar a su partido del Ejecutivo con tal de no asumir el criterio de la formación.
Durante estas fechas la distancia entre Álvarez y la dirección se plasmó con el actual pacto de coalición, del que los morados se desmarcaron y se quejaron de que no habían sido informados de los pormenores de la negociación, algo que el propio exdirigente replicó al asegurar que todos los partidos estaban al tanto.