Pedro Sánchez ha sido reelegido presidente del Gobierno con 179 votos a favor y 171 en contra en primera vuelta. Lo ha logrado con una amalgama de partidos, entre ellos los independentistas, con los que ha llegado a acuerdos con la ley de amnistía en el foco de la polémica. Entre cambios de opinión, objetivo cumplido. El fracaso del 28M y el miedo durante el 23J han sido superados. La próxima semana, algunos de los ministros que se han sentado en el Consejo dejarán su sitio a otros.
Pedro Sánchez dará a conocer en los próximos días un nuevo ejecutivo en el que mantendrá a su lado a su núcleo duro con una duda.
La vicepresidenta Nadia Calviño se irá a Luxemburgo si consigue la presidencia del Banco Europeo de Inversiones, como avanzó el diario El País. Es la gran duda del presidente que podría mantenerla hasta saber si logra o no el puesto o optar directamente por un cambio. Se da por hecha la continuidad de Teresa Ribera por mucho que quiera ser prudente. También seguirán al lado del presidente Félix Bolaños, uno de los rostros de la amnistía y María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda y Función Pública.
El que no parecen tener claro su futuro es el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, muy cuestionado durante toda la legislatura y no perteneciente al partido. A su puesto podría aspirar Margarita Robles, ministra de Defensa, una de las más fieles a Pedro Sánchez.
Del otro lado de la coalición, este es el adiós de Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón. Unidas Podemos se quedará sin sillas en el Consejo de Ministros y el PSOE podría recuperar Igualdad. Yolanda Díaz sigue, claro, y de Sumar suena Mónica García, como informa El Periódico de España. Los nombres de Ernest Urtasun, Nacho Álvarez, Sira Rego o Pablo Bustinduy están en todas las quinielas. Pero ojo, a Pedro Sánchez le gustan las sorpresas.