Este lunes, la reina Sofía era la encargada de presidir la entrega de los Premios BMW de Pintura en el Teatro Real. Un acto que arrancó con la emérita haciendo un recorrido por las obras de los 12 finalistas y que continuó con la lectura de los ganadores, que en esta XXXVIII edición fueron las artistas Sonia Navarro y su 'Redes 1' en la categoría de pintura y Beatriz Rubial y la obra 'Botanical Night/ Noche Botánica' en la de arte digital. Tras el acto, su majestad y el resto de asistentes ocuparon sus lugares en el auditorio para disfrutar de un concierto benéfico presentado por Maribel Verdú.
Una intensa jornada institucional en la que la madre del rey Felipe VI estuvo acompañada por su hermana pequeña. Irene de Grecia es la hija menor de Pablo I de Grecia y la única hermana que le queda a la reina Sofía, que el pasado mes de enero perdió a su hermano Constantino. Desde que en 1984 decidió trasladarse a España para acompañar a doña Sofía en la difícil tarea de hacerse con un país que no era el suyo, "la princesa rebelde", como si tituló su biografía, pasó a ser la "sombra" de la mujer de Juan Carlos I.
A pesar de que gozó de una intensa primera juventud en la que estudió Arqueología, vivió en la India y ejerció de concertista profesional, pronto entendió, tal y como confesó a la periodista Pilar Urbano, que su "lugar estaba al lado de Sofía". Nunca se casó, nunca tuvo hijos, y desde hace más de cuatro décadas ejerce de consejera y aliada de la ahora reina emérita. Sin embargo, en esta última etapa vital, las tornas habrían cambiado a raíz de que a Irene de Grecia le detectasen que estaba empezando a sufrir un deterioro cognitivo.
Así lo confirmó la revista ¡HOLA! hace apenas unos días. Tras hablar con fuentes del entorno más íntimo de ambas, la revista aseguró que la reina emérita está "preocupada" por el estado de su hermana, que tiene 81 años, tres menos que ella. "Sufre un deterioro cognitivo propio de su edad que hace que a veces ande perdida. Pero si no para, su mente se mantiene activa. Se vale por sí misma", informaron desde Vanitatis.
Unas informaciones que han pasado de ser alarmantes a tranquilizadoras gracias a su presencia este 13 de noviembre en los Premios BMW. La tía materna del rey Felipe VI y de las infantas Elena y Cristina no quiso perderse este acto por su importante papel en el mismo: es la presidenta de la Fundación Mundo en Armonía, institución que fundó en 1985 para la que han ido destinados los beneficios de este concierto celebrado en el Teatro Real. Éstos serán empleados para paliar los efectos del reciente terremoto de Marruecos, más concretamente a los equipos de la Cruz Roja que siguen trabajando sobre el terreno.
Según ha contado Martín Bianchi en su crónica para El País, "su reaparición pública, con visibles problemas de movilidad pero sonriente y atenta con el público, despejó los recientes rumores sobre su delicado estado de salud".
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