Pedro Sánchez y el PSOE están inmersos en las negociaciones con Junts para intentar recabar los apoyos necesarios para formar un nuevo Gobierno. Se han reunido en Bruselas para intentar resolver sus diferencias en torno a la amnistía, pero de momento no lo han logrado.
Los otros partidos que el presidente del Gobierno en funciones necesita para repetir en el cargo, como Sumar y ERC, ya han manifestado que votarán a favor, pero los socialistas necesitan a Junts para obtener los votos suficientes.
El rey Felipe VI designó a Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. Ahora, quien debe decidir cuándo se celebrará la nueva investidura será la presidenta del Congreso, Francina Armengol, también del PSOE.
Ella misma dijo el pasado mes de octubre que solo convocaría el pleno cuando “la situación esté suficientemente madura”. Aun así, el tiempo no es infinito. La fecha límite para la investidura es el lunes 27 de noviembre.
Si antes de ese día no se ha escogido un nuevo presidente del Gobierno, las Cortes Generales se disolverán automáticamente y se convocarán nuevas elecciones. En ese caso, los comicios serían el día 14 de enero de 2024.
La Mesa del Congreso aprobó la semana pasada, con la abstención del PP, habilitar los sábados y los domingos hasta la fecha límite del 27 de noviembre para celebrar las sesiones de investidura. Esto se debe a que el Reglamento solo contempla los Plenos de martes a viernes.
Esta situación excepcional ya se dio con Mariano Rajoy en 2016 (investido presidente con la abstención del PSOE) y con el propio Sánchez en 2020, cuya primera votación fue un domingo de enero, víspera de Reyes.