Pocos días al año el protocolo es tan importante como este 31 de octubre de 2023. A partir de las 11:00 horas, la familia real hacía acto de presencia en la madrileña Carrera de San Jerónimo para llegar al Congreso de los Diputados, escenario de la jura de la Constitución de la princesa Leonor. Allí, en una sesión solemne que reuniría de forma excepcional a las dos cámaras y a los principales poderes del Estado, la heredera el trono cumpliría la mayoría de edad tanto en lo legal como en lo institucional. Y nada podía fallar en su comportamiento.

Sus padres, los reyes de España, eran muy conscientes de que esta cita era una prueba de fuego para su primogénita, que de ahora en adelante representará formalmente el futuro de la monarquía en nuestro país. De ahí que su comportamiento a lo largo de la mañana de este martes haya estado centrado en controlar cada movimiento de su hija.

Salvo algunos momentos espontáneos (cabe señalar su gesto de orgullo tras la jura o su reacción al ver cómo bebía su primera copa tras cumplir 18 años en la Comida de Gala posterior), cada paso que han dado los reyes y sus hijas estaba medido al milímetro. Pero ha habido un instante, justo antes de que los invitados al convite desfilaran por delante de ellos para el tradicional besamanos en el Palacio Real, en el que las cámaras han captado el control que ejercen sus majestades sobre sus dos hijas.

Tal y como puedes ver en el vídeo que abre esta noticia, el rey Felipe ha pedido a su familia que se desplazasen unos centímetros a su derecha para ocupar el espacio central del Salón del Trono en el que daba comienzo la recepción. Una reorganización de posiciones que ha provocado que la reina Letizia, muy entrenada en este tipo de situaciones, llame la atención de su descendencia para que no hubiese error alguno.

Una vez concluida la ronda de saludos, los cuatro integrantes de la familia real han tenido un gesto de deferencia hacia los periodistas acreditados en el Palacio Real, tanto gráficos como escritos, y se han encargado de dedicarles unas palabras de agradecimiento. Ha sido en ese espontáneo encuentro con los excompañeros de gremio de la reina donde hemos podido verles mucho más relajados, sin los límites que impone el férreo protocolo real, celebrando el buen resultado de una jornada para la historia.

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