Cenas de gala, discursos y condecoraciones son la práctica habitual en las monarquías europeas cuando los príncipes o princesas herederas alcanzan su mayoría de edad, un momento de especial trascendencia también para la Casa Real española, que celebra este próximo martes el 18 cumpleaños de la princesa Leonor.
La casa real danesa organizó hace pocos días, el pasado 15 de octubre, un programa especial para festejar la mayoría de edad del príncipe Christian, primogénito del heredero Federico, cuyo acto central fue una cena de gala, donde aparte de la realeza fueron invitados 200 jóvenes elegidos por todos los municipios de este país nórdico.
El príncipe Christian recibió asimismo la Orden del Elefante -la más alta distinción del Reino, reservada para jefes de Estado y miembros de la realeza-, y se estableció que, a partir de ahora, el 15 de octubre sea uno de los días oficiales en los que se iza la bandera en todos los edificios oficiales de Dinamarca.
Tampoco la casa real noruega tiene un procedimiento concreto para cuando los herederos cumplen la mayoría de edad, aunque, al igual que en el caso anterior, es tradición organizar un programa especial de celebraciones.
Así, la princesa Ingrid Alexandra, primogénita del heredero Haakon, fue homenajeada el año pasado, coincidiendo con su mayoría de edad, con dos días de festividades, que incluyeron una cena de gala, a la que acudieron entre otros, el rey Felipe VI de España, y varias jóvenes herederas europeas, como Amalia de Holanda e Isabel de Bélgica.
Un día después de cumplir la mayoría de edad, el 7 de diciembre de 2021, la princesa Amalia de Países Bajos fue presentada oficialmente al Consejo de Estado, el máximo órgano asesor del Gobierno. Al cumplir 18, pasó a tener un asiento sin derecho a voto y puede participar en reuniones del Consejo para aprender sobre la legislación nacional y el derecho constitucional y así prepararse para su futuro papel de reina.
En ese evento protocolario, una reunión extraordinaria del Consejo que se retransmitió en directo en los medios públicos, la princesa fue presentada por el rey Guillermo Alejandro, y se dirigió al Consejo en su primer discurso como heredera oficial al trono neerlandés, aunque eso no incluyó una jura de la Constitución, que se producirá al asumir el trono en el futuro.
Como es costumbre con los hijos del jefe de Estado, la princesa Amalia también recibió la Gran Cruz de la Orden del León de Países Bajos al cumplir la mayoría de edad. La joven neerlandesa todavía no ha hecho el servicio militar, y no está claro si se decantará por alguna formación militar en algún momento.
La princesa Isabel de Bélgica y duquesa de Brabante celebró una gran fiesta de su 18 cumpleaños el 25 de octubre de 2019 en el Palacio Real de Bruselas, junto con amigos, familiares, miembros del Gobierno y jóvenes belgas que compartían año de nacimiento, una fiesta que incluyó discursos, espectáculos y conciertos, pero ningún acto oficial como una jura de la Constitución belga.
La joven no recibió una agenda oficial, una asignación mensual, un equipo de asistentes y asesores, o una oficina en palacio, puesto que se centra aún en su formación y educación, incluida la militar.
A finales de septiembre, Isabel de Bélgica prestó juramento de "lealtad al rey, obediencia a la Constitución y a las leyes del pueblo belga", aunque no lo hizo como heredera al trono sino como oficial en la Real Escuela Militar (KMS). La princesa Leonor también juró la bandera el 7 de octubre como soldado, antes de jurar la Constitución como heredera al otro español.
La joven belga recibió la Orden de Leopoldo, la orden nacional más antigua y alta, cuando cumplió los 18 años, y podrá usar esa banda morada y la estrella de la orden en ocasiones especiales como los banquetes de Estado.
En el caso del príncipe Guillermo, hijo del monarca británico, celebró el 2 de junio del 2000 su cumpleaños y mayoría de edad estudiando los exámenes finales, que le impidieron asistir aquella noche a la fiesta organizada por la familia real para celebrar el aniversario de varios de sus miembros.
Guillermo de Inglaterra tenía, precisamente, al día siguiente una prueba de Historia del Arte en el colegio de Eton en el que estudiaba, por lo que no pudo estar a la fiesta celebrada en el castillo de Windsor, la residencia de fin de semana de la reina Isabel II de Inglaterra.