Este 12 de octubre pasará a la historia como un día clave en la trayectoria de Leonor como heredera al trono. Después de su ausencia en las dos ediciones previas, la de este año suponía la 'puesta de largo' de la princesa de Asturias. Y tanto ella como su padre, el rey Felipe VI, eran conscientes de que todo debía salir a la perfección. Tras su reciente incursión en la Academia de Zaragoza, el papel de Leonor pasaba de ser meramente institucional a tener una implicación militar. Un nuevo rol que el Jefe de Estado se ha encargado de que cumpla a rajatabla.
Con su uniforme militar de gala, ese que ha complementado con la boina rojo 'grancé' y el Insigne Toisón de Oro, la princesa de Asturias ha iniciado su participación haciendo el saludo militar a las autoridades que la esperaban en la tribuna real. En este momento, el rey se ha dirigido a ella para recordarle que debía quitarse uno de sus guantes antes de estrechar la mano:
Minutos después, una vez la paracaidista ha pisado tierra y ha hecho entrega de la bandera de España a los representantes del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército de Aire y del Espacio, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, ha tenido lugar la tradicional izada de bandera, el momento más solemne de la mañana.
Y ha sido aquí, justo cuando ha empezado a sonar el himno de España, cuando Felipe VI no ha podido evitar mirar de reojo a su primogénita para comprobar que cumplía con lo que dicta el protocolo.
Más allá de este impulso paternal del rey hacia la princesa también hemos podido ser testigos de la complicidad que existe entre ambos. Durante las casi dos horas que ha durado el desfile, padre e hija han intercambiado impresiones y han bromeado entre ellos ante la atenta mirada de la reina Letizia, que ha presenciado con orgullo el día grande de Leonor.
Algo similar, aunque desde la distancia, pudimos presenciar el pasado sábado durante la jura de bandera de la heredera en la Academia Militar de Zaragoza que ha pasado a ser su hogar desde el pasado mes de agosto. Allí también pudimos comprobar el orgullo tanto del rey como de la reina ante los visibles avances militares de su hija, que el próximo 31 de octubre, coincidiendo con su mayoría de edad, jurará la Constitución en el Congreso de los Diputados.