El rey se ha dirigido este sábado a su hija, la princesa Leonor, tras jurar bandera en Zaragoza para hacerle ver que su “responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda la energía y determinación, con verdadera pasión”, y la ha animado a actuar siempre con “integridad, honestidad y rectitud”.
Felipe VI, acompañado en el palco de honor por la reina Letizia, ha intervenido en la ceremonia en la que la cadete Borbón Ortiz ha besado la enseña nacional junto a los otros 410 alumnos del primer curso de la Academia General Militar de Zaragoza, un momento que ha descrito como “muy emocionante”.
“Querida Leonor, recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad con España. Sabes bien, como princesa heredera, que la Corona simboliza su unidad y permanencia”, ha remarcado el monarca en su mensaje a su hija, que ha permanecido en formación junto a los demás cadetes mientras oía las palabras de su padre.
Según don Felipe, la jura de bandera “va más allá de su simbolismo y solemnidad”, al “no haber un compromiso de mayor entrega” que la defensa de España, e implica “un deber personal, moral y legal que no tiene fecha de vencimiento”.
“Sé que siempre tendrás presente que tu responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda tu energía y determinación, con verdadera pasión”, le ha encomendado antes de darle la enhorabuena y a los demás cadetes como mando supremo de las Fuerzas Armadas.
El rey ha hecho otro encargo a su hija: “La integridad, junto con la honestidad y la rectitud han de ser una constante en vuestra trayectoria profesional y personal. Son virtudes capitales en la milicia, así como en el servicio público a los españoles, y son guía esencial de comportamientos y actitudes”.
El camino que inician hoy los cadetes, ha proseguido el monarca, les permitirá conocer y valorar el significado del “compañerismo, la lealtad, la disciplina y la dedicación”, al abundar en que “no hay mejor propósito que el servicio a los demás que la entrega” a España.
“Os animo a esforzaros permanentemente a mantener la ilusión; a que mejoréis con ambición vuestros conocimientos y capacidades, y a que practiquéis estos valores para que vuestra dedicación y entrega tengan siempre como objetivo el mejor servicio a España”, ha enfatizado.
Felipe VI se ha mostrado convencido de que el juramento a la bandera de la princesa y “el cariño por esta tierra zaragozana y aragonesa” formarán parte de sus “mejores recuerdos” al tratarse de “un día inolvidable y lleno de emociones”.
Don Felipe ha rememorado que él también juró bandera con 17 años el 11 de octubre de 1985 en la academia donde se forman los oficiales del Ejército de Tierra, aunque en su caso lo hizo en solitario.
“Es inevitable que recuerde cuando yo presté mi juramento (…) Han pasado 38 años y pienso en lo que entonces sentí y en lo que significa para mí presidir, junto a la reina y con orgullo, la jura de nuestra hija la princesa de Asturias”.
Para el jefe del Estado, “es muy emocionante y tiene una gran transcendencia” como la heredera al trono “da continuidad” al juramento. “Sentimientos que compartimos con todos aquí y con la gran familia castrense”, ha añadido en su alocución, coronada con el grito de "Viva España" que han replicado los cadetes.
Felipe VI ha destacado que la bandera nacional es “el símbolo que une a todos los españoles” y representa el legado “de una Nación construida con el esfuerzo de generaciones y generaciones”. “Un patrimonio de inmenso valor, de siglos de historia compartida, repleta de desafíos, ilusiones y sacrificios de millones de personas”, ha rematado antes de homenajear a los caídos por España.
Antes del rey ha intervenido el director de la AGM, general Manuel Pérez López, quien también ha hecho una mención a la princesa en "un día histórico" para el centro donde se forman los oficiales del Ejército de Tierra. "Un auténtico honor", ha subrayado Pérez López, quien ha agradecido la presencia del rey, "no solo como mando supremo de las Fuerzas Armadas, sino como padre de la cadete.