Granada alberga este jueves 5 de octubre la III Cumbre de la Comunidad Política Europea. Los líderes de los 27 países miembros de la Unión Europea ya trabajan junto a los representantes de otros 17 Estados de su entorno, incluidos Ucrania, Turquía, Reino Unido o Suiza, en los muchos retos comunitarios que tienen por delante. Pero más allá de las reformas que centran esta reunión mundial, estos más de cuarenta jefes de Estado y de Gobierno europeos también tendrán la oportunidad de disfrutar del patrimonio arquitectónico, cultural y gastronómico que ofrece la ciudad.
Los reyes de España, al igual que sucedió en la Cumbre de la OTAN que tuvo lugar en Madrid hace justo un año, ejercerán de anfitriones en este foro intergubernamental que arrancará en el Palacio de Carlos V de la Alhambra. De su mano, la de su director, Rodrigo Ruiz-Jiménez, y la de su arquitecto conservador, Antonio Peral, los líderes mundiales y sus respectivas parejas, también invitadas a la cita, recorrerán el interior de este recinto que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.
Una visita guiada privada (y privilegiada, ya que el monumento nazarí ha cerrado sus puertas al público de manera excepcional con motivo de este encuentro) que culminará con la tradicional foto de familia. Justo después, ya en el Parador de Granada que se encuentra a escasos metros de la Alhambra, degustarán de una cena de gala diseñada por el chef Paco Morales, cuyo restaurante Noor, ubicado en Córdoba, ha sido reconocido con dos estrellas Michelin.
Su forma de tratar "la cocina de autor como una actuación artística única" ha sido el principal motivo por el que Contratación Pública ha concedido a la empresa de Morales, Pamoga Gastro, esta licitación para la que el Gobierno destinará cerca de 140.000 euros (139.789,32 con impuestos incluidos).
Entre los otros factores clave que han condicionado esta decisión está, en palabras del Ejecutivo, el hecho de que Morales forme parte "del top 50 de los mejores chefs del mundo según The Best Chef Awards". Una posición que le ha convertido en "el mayor exponente actual de la comida andalusí" por su magistral forma de "recrear de forma contemporánea la tradición culinaria de Al Andalus", eje troncal del entorno en el que se producirá dicha cena.
Aunque todavía se desconoce en qué consistirá la propuesta gastronómica de Morales, que ya ha calificado este reto como "un sueño hecho realidad", el chef ya confirmó después de recibir el encargo que su plato estrella, el karim, formará parte del menú. Se trata de una sutil crema que va acompañada, depende de la temporada, o bien de caviar de arenque ahumado, dados de manzana recubiertos de clavo y especias del desierto, y pan negro, o de melón de otoño, erizo del Sáhara y orégano fresco. Según explicó el chef a la Guía Repsol, podría considerarse una versión previa a lo que hoy conocemos como salmorejo cuyo punto fuerte es la mezcla de texturas y sensaciones.
Esta cena de gala ha traído consigo alguna que otra polémica. La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, afeaba esta mañana que ni ella ni Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, hayan sido excluidos de la lista de invitados a este convite presidido por los reyes Felipe y Letizia. "Existe un protocolo rígido, poco flexible, donde decide la organización de la cumbre y, bueno, pues estamos a disposición de la organización. Yo entendía que, como embajadores, dar la bienvenida, saludar a los mandatarios en este encuentro, pues es una cuestión de protocolo y también de educación, y me parecía que ese era el momento donde tenía que estar representada la ciudad", ha denunciado en declaraciones para Europa Press.
Si la logística ya va a suponer un esfuerzo "importante" para Paco Morales, que cuenta con un equipo de más de 80 personas "para el traslado de vajilla, mantelería, comida y después el desarrollo del menú en el sitio", aún lo será más para el Ministerio de Interior, que ya ha confirmado que su operativo de seguridad alcanza las 5.500 personas entre Policía Nacional, guardias civiles, Protección civil y policías locales.
Un amplio dispositivo que forma parte del llamado 'Plan Alhambra', un proyecto en el que llevan seis meses trabajando y que ahora que ha llegado el día de ponerlo en marcha se está desarrollando sin amenazas ni incidentes "reseñables". La única complicación a la que se pueden enfrentar es el hecho de que se convocase para este jueves la autodenominada Cumbre Social de Granada, una manifestación organizada por una treintena de organizaciones que se muestran en contra de las políticas europeas que se pretenden poner en marcha en esta III Cumbre de la Comunidad Política Europea.