La segunda votación de investidura de Alberto Núñez Feijóo ha tenido su anécdota y, como ocurrió en la primera, un diputado ha votado en contra de lo que su partido había señalado. Si en la primera fue el socialista Herminio Rufino, en esta ha sido el independentista de Junts Eduard Pujol i Bonell.
Junts, el partido de Carles Puigdemont, tenía muy claro que tenían que votar 'No' a la investidura de Feijóo, Pujol ha emitido un sonoro 'Sí', que ha rectificado en el instante. El problema es que, pese a esta rectificación, la mesa del Congreso la contabilizó como un voto a favor de Feijóo, que aún así no logró la investidura por 177 votos con el 'no' y 173 por el 'sí'.
A diferencia del caso de Rufino, ese voto se modificó porque se leyó mal su apellido y, como tal, pudo volver a votar. Tras unos minutos de deliberación, Francina Armengol confirmó que el voto de Eduard no contabilizaba como válido y se ha declarado nulo, por lo que finalmente la contabilización de votos quedó con 172 para el 'sí', 177 para el 'no' y un voto nulo.
Como establece el Reglamento de la Cámara, la votación ha sido pública y por llamamiento, lo que supone que cada diputado se ha puesto en pie al ser nombrado para proclamar su voto a viva voz su voto: sí, no o abstención. Sus señorías ha sido llamados por orden alfabético, a partir de una letra elegida al azar: en concreto, la votación ha comenzado con el 'sí' de la diputada del PP María del Mar Sánchez Sierra.
En esta segunda votación se ha reproducido el mismo resultado. Alberto Núñez Feijóo ha sumado 172 votos del PP (137 diputados), Vox (33), Coalición Canaria (1) y UPN (1), frente a los 178 'noes' que han sumado PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), Junts (6) Bildu (6), PNV (5) y BNG (1). El voto del independentista Eduard Pujol (Junts), que dijo sí y luego no, se ha considerado nulo.
Confirmado el rechazo de la candidatura del líder del PP, la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, se desplazará al Palacio de la Zarzuela para informar al jefe del Estado del resultado y lo previsible es que el Rey convoque una nueva ronda de consultas la próxima semana para proponer otro candidato, que previsiblemente será el segundo más votado el 23J, Pedro Sánchez, cabeza de lista del PSOE.
Eso sí, la votación del miércoles activó el plazo de dos meses que contempla el artículo 99 de la Constitución para lograr una investidura porque, si el 27 de noviembre nadie ha conseguido superar esta votación y persiste el bloqueo, el Rey disolverá las Cortes y habrá nuevas elecciones el 14 de enero.
Para estos casos de repetición electoral, el Congreso ya modificó la Ley Electoral fijando sólo 47 días entre la convocatoria y la celebración de elecciones, ya que se reducen todos los plazos del procedimiento, incluyendo la campaña electoral, que sólo es de una semana.