Pedro Sánchez ha reaparecido, una semana después de haber contraído COVID, en un acto con la patronal. Y ha hablado: "me voy a dedicar en cuerpo y alma a lograr una investidura auténtica y que sea plenamente coherente con la letra y el espíritu de la Constitución". ¿Habrá entonces Ley de amnistía cuando la Constitución no permite los indultos generales? De la frase del presidente no se entiende si eso es un sí o un no. Lo que sí tiene claro es que la investidura de Feijóo es una "descomunal" y "caprichosa" pérdida de tiempo, pues está claro que no cuenta con la mayoría suficiente.
El presidente del Gobierno ha dejado claro que serán respetuosos con los plazos, las formas y los procedimientos, que también son parte de la democracia, pues "todo ello importa", ha subrayado. Sin embargo no va a renunciar a señalar que esta forma de actuar es "nociva para la sociedad", según ha advertido. "El tiempo no es de tal o cual candidato, el tiempo es de todos los españoles y España tiene cosas muy importantes, muy urgentes que resolver y no tiene por qué perder tiempo caprichosamente", ha lanzado. Por tanto, ha sostenido que si recibe el encargo del Rey, se dedicará "en cuerpo y alma" a lograr "una investidura auténtica" y no perderá el tiempo "en gestos vacíos".
"Me dedicaré a dialogar con el resto de fuerzas políticas, lógicamente también hablar con la sociedad civil para tejer alianzas y poner en marcha un proyecto político en positivo, de progreso y de convivencia que garantice la estabilidad del país y que sea plenamente coherente con la letra y el espíritu de nuestra Constitución", ha expresado.
Ante un auditorio plagado de empresarios y varios miembros de su Gobierno en funciones: la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez y el ministro de Industria Comercio y Turismo, Héctor Gómez, Sánchez ha afirmado que si gobierna llevará a cabo un proyecto "conciliador" y basado en las necesidades y aspiraciones de la mayoría social.
Mirará, según ha indicado al corto plazo "los próximos meses" y también a los retos de las décadas siguientes y las unirá en una estrategia coherente que, ha destacado, ha sido avalada por la Comisión Europea, por los académicos y recientemente "por las urnas". "Un proyecto para que España siga avanzando y no retroceda a tiempos oscuros", ha resumido.
En un acto en la CEOE, Pedro Sánchez ha afirmado que hablará con el resto de fuerzas políticas y también "con la sociedad civil". El acto se produce solo 24 horas después de que Nicolás Redondo Terreros haya sido suspendido cautelarmente de militancia del PSOE, después de un segundo expediente disciplinario. El primero fue, al igual que el del expresidente madrileño, Joaquín Leguina, en 2021, por participar en un acto en apoyo de Ayuso. Entonces Leguina, quien se declara ya votante del PP, fue expulsado, Redondo no, porque pidió disculpas y negó haber apoyado al principal adversario político de los socialistas. Pero antes y desde entonces: distintas columnas de opinión y manifestaciones públicas en contra del partido han hecho que el PSOE tome esta decisión que sorprende hasta a Felipe González, que ha recordado que el padre de Redondo Terreros le montó una huelga general y no le echó del partido por ello.
María Jesús Montero, que había defendido la libertad de expresión días antes y que dijo aquello del que se mueva sí sale en la foto - en claro dardo a Alfonso Guerra- tuvo que defender lo contrario esta vez justificando ahora la expulsión de Redondo Terreros por haber faltado al respeto de forma retirada a las siglas de un partido centenario. "Es un mecanismo habitual cuando un militante de forma clara, de forma pública, está expresando un desprecio; cuando se llega a ese punto de la falta de respeto, insisto, es voluntario estar en una organización", decía ahora Montero, con Terreros fuera de la foto.