Feijóo también se ofrece al Rey para ser candidato a la investidura y agradece "el apoyo sin exigencias" de Vox

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, he mostrado al Rey su disposición a ser candidato a la investidura subrayando que es el partido ganador de las elecciones del 23 de julio y que cuenta con el respaldo de otras tres formaciones que suman 172 votos, a cuatro de la mayoría absoluta.

En su comparecencia ante los medios en el Congreso, Núñez Feijóo ha querido tener palabras de agradecimiento para CC, UPN y, especialmente, para Vox, agradeciendo su "apoyo sin exigencias" y la normalidad de las relaciones que ambos mantienen y los gobiernos autonómicos municipales y autonómicos que comparten.

Distancia del PSOE

Y ha destacado su distancia respecto del PSOE, cuyos potenciales aliados independentistas mantienen sus exigencias sobre la mesa y ni siquiera han ido al Palacio de la Zarzuela a informar de sus planes. "El Partido Socialista está a distancia de una amnistía, de un referéndum de independencia y de oficializar la desigualdad entre los españoles", ha criticado.

El papel del Rey ante una investidura nada fácil

El Rey decide quién se someterá al debate de investidura y el Congreso vota a ese candidato.

Hasta ahora, la decisión era sencilla ya que siempre ha habido un único candidato sobre la mesa, el más votado en los comicios, y otra cosa es que después su candidatura prosperase o no en la votación del Congreso.

Sólo una vez, en enero de 2016, el ganador de las elecciones comunicó al rey que renunciaba a ser candidato al considerar que no tenía votos suficientes: Mariano Rajoy. Ello obligó al jefe del Estado a organizar una segunda ronda de consultas y acabar dando la oportunidad a quien quedó segundo, Pedro Sánchez, que no logró ser investido.

Ante esta indeterminación, la ronda de consultas cobra especial relevancia. Además, cuatro de los partidos con los que cuenta Pedro Sánchez se han borrado de la lista y no han acudido a Zarzuela a informar de sus planes.

Esta tarde, previsiblemente, el rey comunicará su decisión a la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

A partir de ahí empezará la cuenta atrás para organizar el debate de investidura, aunque no podrá ser antes del 28 de agosto, que es cuando la Mesa del Congreso certificará el listado de grupos parlamentarios de la XV Legislatura, un trámite del que dependen ERC y Junts, que no cumplen los requisitos que establece el Reglamento para su formalización.

En caso de bloqueo político, la fecha de la primera votación del debate de investidura es clave, ya que determinará el día que en que celebrarían unas nuevas elecciones generales. En concreto, si la primera investidura fallida se vota el 30 de agosto, una eventual repetición de elecciones tocaría el 17 de diciembre, pero si se retrasa, ya tocaría votar en Navidades si al final pasan dos meses sin que nadie sea elegido presidente.